Editorial

Da comienzo el año 2019, y al igual que hacíamos de pequeños redactamos nuestra carta a los reyes magos con la esperanza de que nuestras peticiones se convierta en los buenos propósitos de quienes pueden llevarlas a efecto: legislativo, ejecutivo y judicial.

Pedimos una normativa clara y estable

Para que el sector de la promoción inmobiliaria, como para cualquier otra industria, es necesario que exista un marco normativo estable y que garantice la imprescindible seguridad jurídica para que todos los operadores del mercado inmobiliario conozcan de antemano las reglas del juego y puedan competir en igualdad y adoptar sus decisiones empresariales. La reciente Ley del Suelo de Galicia de 2016 y su Reglamento del mismo año, han sufrido ya sus primeras modificaciones, y están en trámite la Ley de Ordenación del Territorio ya que sin duda resulta imprescindible una planificación territorial autonómica que coordine los planes urbanísticos municipales, y otras normas que afectarán al urbanismo en Galicia, mediante las que se regularán los mecanismos urbanísticos para la renovación urbana.

Pedimos seguridad jurídica en el planeamiento

Desde diversos ámbitos, tanto académicos como institucionales, se está proponiendo separar el contenido normativo de los planes y aprobar unas normas urbanísticas de edificación autonómicas que evite la alta mortalidad de los planes e instrumentos urbanísticos. La proposición de Ley presentada en el Congreso de los Diputados deberá tramitarse durante este año que empieza.

Pedimos flexibilidad en los instrumentos de planeamiento

El planeamiento urbanístico municipal que se tramite a partir de ahora debe ser más flexible y estratégico, reconduciendo el régimen de usos, estableciéndose únicamente los usos incompatibles, ajustando las cesiones de dotaciones públicas y las reservas de suelo a las necesidades reales de cada desarrollo urbanístico.

Pedimos eficacia y colaboración

El promotor inmobiliario es un agente de la edificación imprescindible para el desarrollo de las ciudades que se diseñan en los planes generales. Sin su iniciativa no se completa la ciudad ni se podrían obtener las dotaciones necesarias para suelo protegido, viales, zonas libres, etc. La oferta de vivienda de obra nueva favorece la estabilización del mercado, es un atractivo para la implantación de nuevas industrias y fija población.

Pedimos también que se establezcan procesos ágiles de gestión urbanística, simplificando sus mecanismos a fin de recortar los plazos de gestión del suelo. Del mismo modo, pedimos agilidad en la tramitación de los procedimientos de otorgamiento de licencias y declaraciones responsables, y colaboración entre administraciones.

Desde APROIN, como siempre, ofrecemos a nuestros asociados la fuerza de nuestro trabajo como herramienta del futuro del desarrollo urbano.

Y por supuesto, deseamos un ¡Próspero año 2019 a todos!