Ingeniería

Diego Patiño

estudio de ingeniería y arquitectura cotpa_

 

Cómo es posible convertir los purines en biometano

Hay una palabra que últimamente aparece en la mayoría de los informativos incluso a nivel nacional. Hablamos de los purines y de los estragos que éstos provocan. Vamos a ver qué son exactamente, por qué son tan nefastos y –también– la otra cara de la moneda: indagar en las investigaciones que se están llevando a cabo para convertirlos en algo beneficioso.

De entrada, los purines son cualesquiera de los residuos de origen orgánico, como aguas residuales y restos de vegetales, cosechas, semillas, concentraciones de animales muertos, pesca, comida, excrementos sólidos o líquidos, o mezcla de ellos, fermentados –o con capacidad de fermentar– que tienen impacto medioambiental. Tradicionalmente, se han usado para producir abono y compost. Pero, ¿por qué ahora preocupan tanto?

Las explotaciones ganaderas generan una elevada cantidad de excrementos de sus animales. Muchas de ellas lo controlan gracias a sus balsas de purines, diseñadas para su almacenamiento y aislamiento de las grandes cantidades de purín que se genera diariamente en la propia explotación ganadera.

En relación a la construcción de balsas de purín y el medio ambiente, el purín, estiércol o residuos generados de la explotación ganadera pueden tener un impacto negativo medioambiental durante su almacenamiento. Este se debe –principalmente– a la contaminación y abrasión del subsuelo –muchos de ellos sobresaturados–, corrompiendo acuíferos y aguas subterráneas además de emitir gases y amoniaco a la atmósfera.

Todos esos residuos se van filtrando hacia capas del subsuelo donde hay agua, contaminándolo irremediablemente. Entonces, ¿qué se puede hacer con estos purines?

En este sentido, Investigadores de la Universidad de Valladolid han desarrollado una tecnología que usa una bacteria púrpura para convertir los purines de cerdo en biogás de alta pureza. O lo que es lo mismo, en una potencial energía renovable. Todo se basa en una novedosa tecnología capaz de unir dos procesos secuenciales. Por un lado, el tratamiento de la purificación de gas biogás y la digestión anaerobia de residuos ganaderos, esta última una tecnología ya perfectamente madura y asentada, para transformar estos purines altamente contaminantes en un biogás de alta pureza denominado biometano.

El microorganismo fotosintético empleado para esta transformación es una bacteria púrpura, que capta la energía infrarroja del sol y se nutre con el fósforo, nitrógeno y materia orgánica presentes en los purines. Estos organismos realizan una fotosíntesis anoxigénica con fijación de dióxido de carbono (CO2) e ácido sulfhídrico (H2S), lo que permite obtener el subproducto deseado: un gas natural renovable y limpio que se puede inyectar directamente, bien en la red de gas natural bien usarse como combustible en automoción.

El estudio con dichas bacterias fue publicado de manera reciente por el IPS en la revista Bioresource technology.