Aproin Digital 135 / Sostenibilidad en el mercado residencial  

El valor de la sostenibilidad en el mercado residencial

Gabriel Rodríguez Calvo

arquitecto_ deloitte real estate

En el ambiente actual de creciente preocupación por el medio ambiente y nuestro impacto en él, la eficiencia energética de los hogares va tomando una mayor importancia entre los factores de decisión en la compra de una vivienda nueva.

Este cambio de mentalidad coincide con un fuerte cambio en las formas de vender y de acercarse al cliente. La comunicación online supone una excelente ocasión para mejorar la llegada de nuestros productos a nuevos clientes, a la vez que tiende un sólido puente por el que recabar la opinión de los compradores y escuchar sus necesidades de modo casi individual. Aprovechar esta conexión y atender esta preocupación supone desmarcarse de la competencia ante un mercado en claro crecimiento.

Si bien la proporción de compradores que buscan una vivienda eficiente por su menor impacto no es muy considerable, debe tenerse en cuenta el menor consumo de energía para calefacción y refrigeración. Este menor consumo se traduce para el usuario final en una considerable reducción del coste mensual de mantenimiento de la vivienda, desde el inicio y durante toda la vida útil de la vivienda, un factor muy significativo a la hora de destacar entre la oferta disponible, ampliando el público objetivo de la vivienda eficiente a través de esta sensibilidad puramente económica.

En este momento el usuario está familiarizado con medidas de ahorro puntuales: placas solares, electrodomésticos más eficientes, carpinterías exteriores de mayores prestaciones… Para valorar la incorporación de todos estos y otros sistemas al conjunto de una vivienda se crearon las etiquetas y certificaciones energéticas. Éstas aparecen con el propósito de ser instrumentos objetivos con los que medir y comparar el impacto de todas las mejoras incorporadas en las nuevas construcciones, incluso compararlas con las ya existentes.

Por un lado, la certificación energética, obligatoria en España, proporciona una etiqueta similar a la ya habitual en electrodomésticos, por ello muy fácilmente comprensible por el cliente. La más alta calificación de esta etiqueta (letra A), obtenida en base a las emisiones de CO2 del uso de la vivienda, supone ya un estándar adoptado por diversas promotoras en España, como Vía Célere en ámbito nacional o Grupo Arial en Galicia.

Por otro lado, existen certificaciones de sostenibilidad que incorporan otros criterios, como el uso de materiales y procesos de menor impacto u origen sostenible. La más habitual y conocida en el ámbito residencial es el estándar Passivhaus, de origen alemán, y empleada en gran número de promociones por la promotora Grupo Lobe. Este estándar es garantía de un confort interior y un bajísimo consumo, gracias a exigir un alto grado de aislamiento. Menos habituales son los estándares BREEAM (Reino Unido) y LEED (EEUU), infrecuentes en residencial y aún poco extendidos en España. Estas dos certificaciones amplían las exigencias del estándar Passivhaus, poniendo atención en campos como el uso de materiales ecológicos, sistemas eficientes o la promoción de alternativas al vehículo privado desde el propio proyecto de arquitectura.

Tal y como recoge Deloitte en su último informe anual sobre el sector de la promoción residencial, uno de los factores fundamentales del futuro inmediato es la sostenibilidad, aplicando —según tendencias internacionales— las certificaciones BREEAM y LEED. Junto con estos sellos, la aplicación de toda medida en pro de la eficiencia supone una ventaja competitiva en el mercado actual, a la vez que la adopción de una actitud que se convertirá pronto en tendencia y poco más tarde en la norma del mercado.