INSTALACIONES ELÉCTRICAS

Gonzalo Pérez Zunzunegui

director de tecnova ingenieros consultores_

 
 
 

La corrupución y su aprovechamiento energético

De acuerdo con los últimos datos publicados por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), aumentó la preocupación ciudadana por la corrupción, siendo el segundo asunto que más inquieta, después del paro.

Dentro de la producción de energía para obtener electricidad, tenemos que hablar de las denominadas energías renovables o también llamadas verdes, que se denominan así a las que se obtienen de fuentes naturales, virtualmente inagotables y porque son capaces de regenerarse por medios naturales, tales como la energía solar, eólica, hidráulica y la procedente de los mares y océanos, como la energía maremotriz.

Las no renovables, proceden de los combustibles fósiles, que se pueden usar de distintas formas, tales como el carbón, petróleo o gas.

Pero la gran solución para España, sería aprovechar la energía procedente de las cagadas generadas por la clase política, si bien tienen una duración limitada a cuatro años, también es verdad que se renuevan automáticamente al final de este período.

Aumentando un poco más el número de cargos políticos, ya sea en el parlamento senado, gobierno central y sus representantes provinciales, parlamentos autonómicos gobiernos autonómicos y sus delegaciones provinciales, diputaciones provinciales, ayuntamientos y sus grandes áreas, excepto el Área Metropolitana de Vigo, suspendida por el Contencioso-Administrativo, fruto de la mala armonía existente entre el alcalde de Vigo y la Xunta de Galicia, podríamos llegar a alcanzar una producción de poca calidad, pero suficiente para encender muchas lámparas de bajo consumo y una mayor independencia energética.

Esta fuente de energía obtenida por evacuación mental de los productos generados en el vientre de nuestra clase política, fuertemente desarrollada en España, una vez transformada en electricidad, debería llegar a los usuarios y consumidores españoles de forma gratuita, por cuanto ya hemos pagado con nuestros impuestos a los generadores de la misma.

La corrupción política, debe controlarse de la misma manera que se controla el colesterol, es decir dentro de unos límites posiblemente inevitables, porque fuera de esos límites, se nos pueden presentar problemas que pueden llevarnos al infarto y dejarnos privados de nuestros más elementales derechos y bienestar.

Este país debe atajar la corrupción y depurar lo que haya que depurar, para que la energía que llegue a los españoles sea limpia y no venga contaminada, ni de abusos, ni puertas giratorias en las que podemos quedar atrapados.