Aproin Digital 144 / Galicia, punta de lanza del sector renovable en España  

Galicia, punta de lanza del sector renovable en España

José María González Moya

director general de appa renovables_

Uno de los retos del escenario económico en el que nos encontramos es el de conseguir una Transición Energética en el tiempo y la forma que marcan los objetivos europeos y las políticas de Cambio Climático asumidas desde la COP21 de París. En España, el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) contempla el gran objetivo de reducir nuestra dependencia energética del 74 % actual al 59 % en 2030.

Reducir nuestra dependencia no sería posible sin nuestros recursos energéticos autóctonos: las energías renovables. Estas tecnologías han experimentado una tendencia positiva en los últimos años que se comienza a notar en la creación de empleo. Según el Estudio del Impacto Macroeconómico de las Energías Renovables en España 2018, disponible en la web de APPA Renovables, en 2018 aumentó un 3,3% el empleo renovable. Durante ese periodo, las renovables emplearon a 81.294 personas, siendo 50.107 los empleos directos y 31.186 los empleos inducidos.

El repunte ha llegado de la mano de una gran actividad innovadora: el pasado año la inversión de las empresas renovables en investigación, desarrollo e innovación (I+D+i) supuso el 3,07 % de su contribución al PIB.

Las cifras del récord

En este contexto, Galicia se ha convertido en punta de lanza. En lo que llevamos de año, la comunidad autónoma ha duplicado la tasa de energía renovable que Europa marca para el año 2030. El 63 % de la energía producida en la comunidad gallega es verde.

Según los últimos datos del Instituto Enerxético de Galicia (Inega), en Galicia el consumo final bruto de electricidad procedente de fuentes renovables se incrementó del 46,1 % en 2005 hasta el 62,2 % en 2017. Unos números muy superiores a las metas europeas, que establecían un objetivo del 33,8 % para 2015 y del 40 % para 2019. Desde el año 2007, las energías renovables han tomado el relevo del carbón en Galicia, siendo las más importantes la biomasa, la eólica y la hidráulica.

Como consecuencia de la actual etapa de desarrollo renovable, a los 160 parques eólicos que hay en funcionamiento se van a sumar otros 18 más, actualmente en fase de construcción. Un proceso que, además, permitirá avanzar en el plan de descarbonización establecido por Bruselas.

Riqueza y empleos con energías autóctonas

El desarrollo de la biomasa está teniendo un impacto muy positivo sobre el empleo gallego, algo que viene sucediendo allí donde se implanta. Podemos encontrar distintos ejemplos como el de la biofábrica del Grupo Ence que, por si sola, da trabajo a la tercera parte del empleo forestal de Galicia; o la futura planta de biomasa de Greenalia, en Teixeiro (Curtis) en La Coruña. Esta planta será la más importante de Europa y la primera de España en innovación tecnológica. Ejemplos ambos de la forma en que el aprovechamiento de los recursos autóctonos está transformando nuestra economía.

Este desarrollo tiene su efecto en los datos que muestra el Estudio del Impacto Macroeconómico de las Energías Renovables en España 2018, donde vemos que Galicia es hoy la cuarta Comunidad Autónoma con mayor potencia renovable instalada: 3.985 MW. Por detrás de Castilla y León, Andalucía, Castilla-La Mancha y Galicia. Entre las cuatro representan cerca de las dos terceras partes (64,8 %) del total de potencia instalada en España a finales de 2018.

El gran desafío: la integración arquitectónica

Sin embargo, aún quedan desafíos por alcanzar. Uno de los más significativos es el de la integración arquitectónica, considerando la arquitectura como parte fundamental de la vida y del entorno. Un horizonte que asume que las energías limpias serán -sin paliativos- el medio para construir ciudades más amables y energéticamente eficientes.

Desde la Asociación entendemos que, bajo el principio “quien contamina, paga” o su equivalente de premiar a los que no contaminan, hay que promover la integración de renovables en la edificación, con tecnologías como geotermia, biomasa o solar térmica y fotovoltaica, de manera que se puedan integrar en la edificación de forma gradual pero sostenida. La generación eléctrica en modalidad de autoconsumo y la integración de sistemas de climatización y ACS renovables en nuestros edificios contribuirán significativamente a la descarbonización de viviendas y de industrias.

No olvidemos que en los objetivos renovables de aquí a 2030, los usos térmicos y la integración de renovables en sectores difusos como el de la edificación tendrán un papel fundamental. En el caso de la biomasa, donde Galicia posee un recurso envidiable, es importante resaltar la capacidad de generar y mantener empleos de esta fuente de energía, algo que resulta especialmente valioso en territorios que se consideran parte de la España vaciada, pues la inversión en una planta de biomasa consigue dinamizar socioeconómicamente y vertebrar el territorio, creando oportunidades estables y a largo plazo de empleo para la población.

Galicia cuenta con el potencial para dar un paso más en su estrategia de aprovechamiento de renovables. Si la apuesta por la eólica ha generado tan buenos réditos para esta Comunidad Autónoma, no cabe duda que ampliar estas acciones a tecnologías donde se cuenta con valiosísimos recursos energéticos autóctonos permitirá vertebrar el crecimiento de una industria propia que genere riqueza y empleos de calidad.