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Elena Pierna

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La financiación verde empieza
a abrirse paso

Tinsa trabaja activamente desde 2018 en la definición de estándares que sirvan de referencia para impulsar la hipoteca verde en Europa, a través de la iniciativa Hipotecas Energéticamente Eficientes (EeMAP). Liderada en nuestro país por la entidad Green Building Council España (GBCe), cuenta con el impulso de 37 entidades financieras y 23 organizaciones inmobiliarias con el objetivo de sentar las bases de unos criterios comunes que expliquen qué es un crédito verde.

Esta fórmula, que va a ser determinante para el desarrollo de un parque inmobiliario energéticamente eficiente, pasa por ofrecer condiciones económicas preferentes para incentivar no solo la compra de inmuebles que cumplan determinados criterios de sostenibilidad, sino también la rehabilitación eficiente del parque existente. Este último es un nicho con gran potencial de desarrollo en nuestro país, si tenemos en cuenta que cuatro de cada cinco viviendas que se compran en España son de segunda mano y que más del 50% del parque se construyó antes de la década de los 80, la época de cuando datan las primeras normativas de aislamiento en la edificación.

Como asesor experto en EeMAP, Tinsa forma parte del Comité de Valoración y Datos, áreas en las que atesora un bagaje de 500.000 valoraciones anuales y 75.000 certificaciones energéticas desde 2013. Su papel se centrará en evaluar y certificar qué inmuebles cumplen los requisitos marcados por la definición de Hipoteca Verde, un proyecto tan nuevo como interesante, que ya empieza a florecer. Dependiendo de la entidad y el grado de eficiencia de la vivienda, la bonificación en el diferencial del crédito puede estar en el entorno de los 20 puntos básicos.

En España la primera concesión de crédito para una hipoteca verde se efectuó en 2013 de la mano del holandés ‘Triodos Bank’. En 2018, cinco años después, la entidad ya habría concedido más de 182 M€ en este tipo de créditos para viviendas energéticamente eficientes y, según sus estudios iniciales, a día de hoy podrían haberse financiado casi 12.000 inmuebles con sello verde.

Mientras que la creación de un flujo estable de financiación para compra o rehabilitación de viviendas sostenibles aún está dando sus primeros pasos a la espera de que se establezcan criterios y estándares, las entidades financieras ya están involucradas en la concesión de créditos verdes al promotor para la construcción de viviendas excelentes en sostenibilidad. Bonificaciones en el diferencial del crédito y mayores porcentajes de financiación caracterizan la financiación sostenible a la construcción.

Cabe esperar un futuro halagüeño para el desarrollo de la financiación sostenible, ya que es un nicho atractivo para las entidades financieras por varios motivos. La expansión progresiva del parque eficiente acabará provocando una devaluación de las viviendas con peores características de sostenibilidad, de modo que las entidades preferirán financiar aquellos activos con menos riesgo de perder valor a medio plazo. Y, por otro lado, la Comisión Europea ya ha manifestado que existe una relación positiva entre hipotecas verdes y capacidad de pago del prestatario: si una vivienda eficiente consume menos energía, el propietario tendrá menos gastos en recibos de consumo y, por tanto, más dinero para destinar a la vivienda y amortización de cuotas.

Aunque aún queda un largo camino por recorrer en materia de sostenibilidad y eficiencia en nuestro país, pero, por lo pronto, la nueva Ley de Contratos de Crédito Inmobiliario, aprobada el pasado mes de junio, recoge una mención expresa a que este tipo de créditos son un medio para impulsar una cultura sostenible desde el mismo momento en que se adquiere una vivienda.