URBANISMO

Verónica González

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Efecto Púlsar

Algunos urbanistas han llamado efecto púlsar a la transformación urbana que se produce como consecuencia de la celebración de un acontecimiento singular, el beneficio urbanístico que se deriva de una oportunidad excepcional; como puede ser la celebración de las Olimpiadas o las Exposiciones Universales etc., es decir la celebración de un evento de tal magnitud que exija la renovación de infraestructuras y la construcción de importantes equipamientos urbanos. En astronomía un púlsar es una estrella de muy alta densidad formada exclusivamente por neutrones, que gira muy rápidamente y que emite a intervalos cortos y regulares radiaciones electromagnéticas muy intensas.

Tradicionalmente el crecimiento de las ciudades ha estado vinculado a la celebración de un evento singular como eran las ferias. En 1375 cuando Albacete se separa de Chinchilla y adquiere la condición de villa, también se le concede el derecho a la celebración de una feria anual. Se trata de aprovechar un contexto favorable para promover la transformación de la ciudad que junto con una adecuada estrategia de marketing “coloque a la ciudad en el mapa”. Ejemplos positivos podemos encontrar en Barcelona y la celebración de las Olimpiadas de 1992, París y la Exposición Universal, Sydney etc. También podemos encontrar ejemplos recientes donde a pesar de la celebración de un evento singular, y la inversión en infraestructuras y equipamientos dichas ciudades no obtuvieron un beneficio a largo plazo pero si una deuda que se prolonga en el tiempo, como fue el caso de la expo de Zaragoza de 2008, o la expo de Sevilla, dejó numerosas inversiones en la ciudad, pero no se supo aprovechar el llamado efecto púlsar para que esos beneficios durasen más allá de la celebración del evento y redundasen en los sevillanos.

Por lo que, no basta con atraer la atención durante quince días, un mes, dos o tres, no basta con la construcción de mega edificios diseñados por mega arquitectos, no basta con la simple voluntad, sino que es necesario tener un plan, saber cuáles son nuestros objetivos a corto y a largo plazo y llevarlos a cabo, las maquetas no construyen ciudad. Para que de esta forma, el proceso de transformación de la ciudad genere beneficios para el ciudadano, para que las infraestructuras y los equipamientos mejoren de verdad la calidad de vida de sus usuarios y estén al servicio de los mismos y no sean una rémora a pagar, un elefante blanco.

En el caso de nuestra ciudad, siguiendo la distinción de Aristóteles podríamos decir que Vigo es una ciudad con un gran potencial pero que no termina en convertirse en acto. Tenemos la materia prima, una ubicación envidiable, una riqueza natural y paisajística única, un gran tejido empresarial, pero podemos pedir más de nuestra ciudad, no podemos ser el esclavo que entierra el talento por miedo a perderlo. No pretendo proponer la celebración de una exposición universal, o acoger unos juegos olímpicos, si no analizar cómo se le puede sacar más provecho a determinados eventos o instalaciones de las que ya disponemos y no terminan de desarrollar todo su potencial. Como puede ser por ejemplo, el Auditorio y Palacio de Congresos Mar de Vigo, por la ubicación escogida parece que estaba llamado a ejercer de locomotora en el proceso de transformación de Beiramar, pero la realidad es bien distinta. Además de tener un Palacio de Congresos que no va no albergar ningún congreso, de acuerdo con su página web, en el año 2017, Beiramar continúa siendo una zona degradada y semi abandonada. Junto con la construcción del Auditorio y Pazo de Congresos se construyó un hotel de 4 estrellas superior. En principio parecía una buena combinación, un palacio de congresos ubicado en el corazón de nuestra ciudad, equipado con un hotel que daría alojamiento a la multitud de visitantes que iba a traer el “Mar de Vigo”, por ahora se ha quedado en potencia, tienen la capacidad de serlo pero todavía no lo es.

Es cierto que no podemos comprar la genial arquitectura del museo Guggenheim con nuestro auditorio, el cual en su aspecto exterior se mimetiza adecuadamente con el entorno gris de las naves abandonadas, con nuestro cielo plomizo. Tanto el auditorio como el hotel y la plaza que los une son una extensión de nuestro cielo gris.

Volviendo a Bilbao, en el año 1983 se produce un evento singular que fueron las inundaciones que sufrió la ciudad, con la destrucción de edificios y comercios, éste fue el detonante de la transformación del Casco Viejo. A partir de ahí el Ayuntamiento de Bilbao se pone a trabajar utilizando todos los planes urbanísticos que tenía en su mano, redacta un Plan Especial de Rehabilitación Integrada, Plan Territorial del Área Metropolitana, consigue la colaboración de las distintas administraciones vinculadas y de la iniciativa privada, materializándose dicha colaboración en el Consorcio Bilbao Ría 2000 y construyen el museo Guggenheim, el museo Guggenheim por sí solo no hubiese conseguido la transformación de Bilbao, sino que simboliza la voluntad de cambio de la sociedad bilbaína y de todos los agentes implicados, es el reflejo de una voluntad que se dibujó en un plan y que fue capaz de llevarse a cabo para reinventarse y construir el fututo de la ciudad sobre un espacio en ruinas y un modelo económico que estaba agotado.

Volviendo a nuestra ciudad me gustaría señalar dos actuaciones, una que está llevándose a cabo y otra en proyecto. En primer lugar, se trata del traslado de ubicación de la sede del Real Club Celta de Vigo a la calle Príncipe, lejos de otras polémicas, me gustaría destacar esta actuación privada porque creo que ayudará a la reactivación y revitalización del centro de Vigo. Los usos previstos en la misma, socioculturales sanitarios y comerciales y, utilizando las palabras del club, la espectacular piel, vienen a sumar al patrimonio de nuestra ciudad. Por otro lado, esta actuación podría verse complementada con el proyecto anunciado por el Ayuntamiento de peatonalización de la puerta del Sol. Ambos proyectos conjuntamente, pueden ser una fuente regular y constante de energía para nuestra ciudad.

Concluyo con una referencia al informe de la UNESCO presentado en la Conferencia de Habitat III en Quito. La UNESCO asegura que las ciudades pueden ser más seguras, resilientes y sostenibles cuando se sitúa la cultura en el corazón de la planificación urbana. Y ahora, ¿Qué queremos hacer con la panificadora?