Aproin Digital 168 / De viaje como viajeros  

de viaje como viajeros

Manuel Fernández Díaz

director de viajeros del mundo_

 

Sudáfrica

La Republica de Sudáfrica es un país soberano, miembro de la Unión Africana que ocupa todo el extremo sur del continente africano, y que se caracteriza por sus numerosos ecosistemas distintos. En el interior hallarán el Parque Nacional Kruger, uno de los destinos para el safari más conocidos del mundo, y donde se pueden visitar fantásticas reservas privadas en las que es posible admirar a los 5 grandes. La Provincia Occidental del Cabo tiene playas, abundantes viñedos en torno a Stellenbosch y Paarl, acantilados escarpados en el Cabo de Buena Esperanza, bosques y lagunas a lo largo de la Ruta Jardín, y la bella Ciudad del Cabo, bajo la Montaña de la Mesa y su cumbre plana.

Una característica interesante de Sudáfrica, es que ha dado una sede distinta a cada uno de los tres poderes del Estado, creando así 3 capitales: Pretoria acoge al Ejecutivo, siendo así la sede del Gobierno; en Ciudad del Cabo se sitúa el Parlamento Nacional, sede del poder Legislativo; y el poder Judicial tiene su sede en Bloemfontein. De esta manera, tiene 3 capitales, aunque su ciudad más poblada (y peligrosa), sigue siendo Johannesburgo.

En este gran país de más 1 221 millones de kilómetros cuadrados, hay 11 idiomas oficiales: inglés, afrikáans, zulú, xhosa y otras 7 lenguas más, pero no se preocupen, porque el inglés es hablado por gran mayoría de sus 56 millones de habitantes.

Johannesburgo - Sandton

Johannesburgo es la ciudad más grande de Sudáfrica con más de 1 millón de habitantes en el centro, y más de 10 millones en el área. La ciudad se inició como un asentamiento minero de oro en el siglo XIX. En el extenso municipio de Soweto, vivieron alguna vez Nelson Mandela y Desmond Tutu. La antigua residencia de Mandela es actualmente el museo de la Casa de Mandela. Otros museos de Soweto que relatan la lucha por terminar con la segregación incluyen el sombrío Museo del Apartheid y Constitution Hill, el antiguo complejo de una prisión.

Pero este rápido crecimiento, y la gran llamada que suponía ser la residencia de Mandela, atrajo hasta la ciudad miles y miles de ciudadanos negros sin oficio, que, para sobrevivir , convirtieron a Johannesburgo en una de las ciudades mas peligrosas y menos seguras del mundo. Así, la importante y socialmente consolidada población activa de la ciudad, se ha visto obligada a buscar refugio en Sandton, un gran suburbio situado en las afueras, con más de 250.000 habitantes, y con guardia de seguridad privada. Este será sin duda el lugar donde, quienes desean llegar aquí como turistas, deberán alojarse.

Sandton, se ha convertido en el nuevo centro financiero de Sudáfrica, y su principal centro de negocios. En sus calles y sus bellas plazas se respira un agradable clima burgués; abundan los centros comerciales, y los buenos restaurantes… Aunque si buscas tipismo, este no es el sitio.

Pretoria

Pretoria es la capital donde reside el poder ejecutivo de la República, y residencia del presidente y del gobierno. La ciudad cuenta con más de dos millones de habitantes, en su gran mayoría negros. Se la conoce como la ciudad jacarandá por la gran proliferación de este precioso árbol importado de América. La céntrica plaza de la Iglesia, reúne la antigua casa de gobierno, el palacio de justicia, y en el medio de ella, la estatua de Paul Kruger, líder de los nacionalistas en la guerra anglo boer a finales del siglo XIX.

En la época anterior a la creación de la nueva republica liderada por Nelson Mandela, Pretoria era una capital absolutamente blanca, donde un negro tenia muy difícil entrar. Tras la llegada de Mandela al poder, este orden se invirtió, y actualmente la inmensa mayoría de sus habitantes son de raza negra. No es que los blancos corran peligro aquí, simplemente, no se sienten cómodos viviendo en este ambiente.

Si visitan Pretoria, no dejen de acercase al gran Palacio de la Unión y sus bellos jardines. La nueva Bandera del Arco Iris, aportada por el gran Nelson Mandela a la nueva república, lucirá sus colores sobre el Palacio de la Unión. El negro es el luto por todos los muertos por la patria; el amarillo, representa al oro y la riqueza del país; el verde la esperanza en un futuro prospero; el blanco la paz entre los pueblos; el azul la concordia, y el rojo el amor a la patria.

De safari en Parque Kruger-Kapama

Parque Kruger y la reserva privada de Kapama

El parque nacional Kruger, en el nordeste de Sudáfrica, es una de las reservas de safari fotográfico, (y de caza), más grandes de África. Con una superficie de 19.485 km2, fue creado en mayo de 1926, lo que, durante 95 años, ha garantizado su conservación, y la no agresión por parte de los explotadores del terreno.

Con una extensión de norte a sur de 350 km, y un ancho de este a oeste de 60 km, este inmenso parque, posee una alta densidad de animales salvajes incluyendo a los cinco grandes de África: leones, leopardos, rinocerontes, elefantes y búfalos. Pero en Kruger habitan además, cientos de mamíferos, así como diversas especies de aves, como buitres, águilas y cigüeñas. Todo esto y su deslumbrante paisaje, que incluye montañas, ríos, llanuras con arbustos y bosques tropicales, le convierten en uno de los mayores atractivos de este fantástico y atractivo país.

De safari en Parque Kruger-Kapama

Pero la gran dimensión de este parque, no olvidemos que es público, además de aportar una gran diversidad paisajística y de animales, también aporta una quizás excesiva cantidad de visitantes “por libre”, personas que en su propio coche se organizan sus propios recorridos, y que con frecuencia pueden colapsar el parque.

Con buen criterio, las autoridades sudafricanas han creado en pleno parque y junto a él, las conocidas como “Reservas Privadas”, que cambian radicalmente los resultados y posibilidades de un safari. Las reservas privadas adyacentes al Parque Nacional Kruger son famosas por su colección de lodges exquisitos y por sus excepcionales avistamientos de animales. Si tiene tiempo (y dinero) para pasar más de un par de días en el Kruger, le recomendamos que seleccione la que más le guste, y mejor se acomode a su economía; les aseguro que el resultado será excepcional. Entre las reservas privadas y el Kruger no hay vallas, por lo que los animales son libres para cruzar los límites.

Es importante comprender la diferencia entre un safari privado y moverse por cuenta propia en uno de los parques nacionales. La norma general en cualquier experiencia de safari es que usted obtiene lo que paga. Si parece barato, probablemente sea barato por algún motivo...

Entre otras, las diferencias mas palpables entre el Paeque Kruger público, y una reserva privada son :

– ¡Es privada! No habrá otros coches ni hordas de turistas.

 El mejor alojamiento, servicio y comodidad.

 Los vehículos de safari pueden salir de la carretera y recorrer monte a través. En un parque nacional está limitado a los animales que sean visibles desde las carreteras principales.

 Los mejores y más expertos guías trabajan para las reservas privadas.

 Los guías no están obligados a limitarse a los horarios de los parques nacionales, lo que significa que puede participar en safaris nocturnos. ¡También significa que puede quedarse todo el tiempo que quiera en un avistamiento!

 Los vehículos de safari elevados y de techo abierto le proporcionan las mejores vistas posibles, por lo que podrá obtener las mejores fotos.

 Por último, aquí los guías también pueden dirigir safaris a pie.

Algunas de las reservas privadas más populares e impresionantes son: Reserva privada Sabi Sand, quizás la reserva del lujo por excelencia, que destaca por su amplia población de leopardos, además de muchos otros animales salvajes y una experiencia de safari de primer nivel. Abundan los “Cinco Grandes” y el alojamiento es de los más impresionantes de la zona. Comparte 50 km de frontera abierta con el Kruger, permitiendo a los animales del área transitar libremente.

Dada su excepcional calidad en todos los servicios que ofrece, su precio también es excepcionalmente alto, como ejemplo en el Elephant Plains Game Lodge, dos personas, dos noches, rondaran los 1 200 €

Reserva de animales Timbavati, con su protagonista absoluto: el león blanco. A pesar de ser esquivos, las posibilidades de avistarlos durante sus safaris diarios aquí son elevadas.

Reserva de animales Manyeleti, apartada de los recorridos más concurridos, sin una sola carretera asfaltada a la vista y con un puñado de lodges repartidos por las 23.000 hectáreas de sabana virgen. Sus lodges son de primera clase y el avistamiento de animales es excepcional.

Reserva de animales Thornybush, Con 11.500 hectáreas de sabana africana virgen y rebosante de especies de aves y mamíferos, entre ellos los cinco grandes, seguro que regresará a casa con una sonrisa más grande que la de un rinoceronte, con una sonrisa Rhino. Si le supera la emoción, le sugerimos que regrese a la hoguera del campamento mientras los leones rugen en algún lugar de la sabana. Así es la vida en África.

Reserva de animales Kapama. Dada su diversidad de animales, su precioso entorno, y sobre todo, porque creemos que su precio es aceptable para la clase media acomodada en España, en nuestro último viaje, nosotros seleccionamos esta reserva privada. Tiene un área de 13.000 hectáreas de sabana y bosque ribereño preservadas en su estado original y alberga una abundante población animal destacando por supuesto los “Big five” (león, búfalo, elefante, leopardo y rinoceronte), que son los cinco animales más peligrosos y difíciles de cazar, incluso con nuestras cámaras, quienes coexisten con otras 40 especies de mamíferos y unas 350 especies de aves, garantizando a los visitantes safaris repletos de avistamientos.

Nosotros llegamos a Kapama sobre las 6 de la tarde, cuando comenzaba a oscurecer. Nada más entrar en la reserva con nuestro coche ya pudimos intuir entre las sombras un grupo de ñus, y poco después se cruzaron en nuestro camino dos imponentes jirafas. Seguimos las señales y finalmente llegamos a la entrada de Southern Camp, uno de los cuatro campamentos de Kapama en el que íbamos a pasar tres noches. A partir de aquí, solo la imaginación podrá adelantarles todo lo que les espera: ¡África salvaje en estado puro!, pero arropados por estándares de calidad francamente altos: alojamientos, comidas, atenciones, coches 4 x 4 con ranger y oteador nativo, que les ayudaran a disfrutar de toda la magia de este continente único. Prepare sus sentidos y disfruten con sus sonidos, sus olores, su luz y el montón de experiencias irrepetibles que les aguardarán.

Además podrá complementarlo con otras actividades, como noches acampando bajo las estrellas, tratamientos de spa, vuelos en globo aerostático, safaris fotográficos y sesiones de interacción con elefantes.

Ciudad del Cabo desde la Montaña de Mesa

Ciudad del Cabo (Cape Town)

Ciudad del Cabo es la capital legislativa de la nación y la segunda ciudad en importancia del país. Pero para nosotros, sin duda, es la capital turística de un precioso aunque complicado país.

Cuenta con unos 3 500 000 habitantes, distribuidos entre el Centro (unos 950 000 habitantes), y los conocidos como townships, grandes suburbios que crean un enorme cinturón urbano, que acoge unos 2 550 000 habitantes , en un 95 % de raza negra o mestiza, y casi mayoritariamente con muy pocos recursos.

Con toda rotundidad, a un turista no se le pierde nada en los townships, convertidos en ciudades periféricas muy peligrosas si uno es extranjero. La preciosa y muy atractiva Ciudad del Cabo, que a cualquiera puede enamorar, es exclusivamente la que está en el centro de la ciudad. Por sus calles, en las tiendas y restaurantes, escucharemos una extraña mezcla de inglés, afrikaans (el holandés de los Boers), xhosa, zulú, y otras extrañas lenguas que nos harán sentir en un lugar exótico… a pesar del entorno occidentalizado que nos rodea. Podremos encontrarnos con todo tipo de gente sentada en las terrazas del Waterfront, tomándose una copa en los bares de la Long Street, o paseando por el centro, el llamado City Bowl.

Ciudad del Cabo, barrio y playa de Clifton, solo para ricos...

Una visita a Ciudad del Cabo deberá tener una duración mínima de 4 o 5 días, en los que , al menos, se deberán visitar: La Montaña de la Mesa (Table Mountain), el V&A Waterfront, Long Street, Bo Kaap, el Castillo de Buena Esperanza, y, por supuesto, dedicar un día completo a una de las excursiones radiales más bellas que existen en el mundo: la gran Península del Cabo, que incluye el Cabo de Buena Esperanza, el punto más meridional de África.

Subida a la Montaña de la Mesa

– La Montaña de la Mesa, es una montaña de cima plana de 1.088 metros de altitud, localizada en un lugar prominente que domina la Ciudad del Cabo en Sudáfrica. Es uno de los símbolos más representativos de la ciudad, apareciendo en su bandera. Como parte central del parque nacional Montaña de la Mesa, es también una importante atracción turística a la que muchos visitantes acceden usando un teleférico o haciendo excursión para llegar a la cima. En noviembre de 2011, fue declarada una de las ganadoras del concurso de las Siete maravillas naturales del mundo. Mide 3 km de lado a lado, rodeada por riscos escarpados. La meseta, flanqueada por el pico del Diablo (Duiwelspiek) al este y por la Cabeza de León (Leeukop) al oeste, forma un dramático telón de fondo para Ciudad del Cabo y el puerto de la bahía de la Mesa, y juntos con Signal Hill forman el anfiteatro natural de la City Bowl. La espectacular vista de la ciudad apoyada sobre el mar, es absolutamente fascinante.

V&A Waterfront

–V&A Waterfront. El Victoria and Albert Waterfront, que es su nombre completo, se ubica entre la Isla de Robben y la Montaña de la Mesa, y ha llegado a ser el destino más visitado de África del Sur, por encima de cualquier reserva de safaris. Estratégicamente situado en la parte más viva del puerto comercial, en él se pueden disfrutar magníficas vistas del mar y de las montañas, o dejarse tentar por sus lujosas tiendas de todo tipo, sus locales de entretenimiento, sus magníficos restaurantes de todas clases, así como de lujosos hoteles, y elegantes apartamentos, en el fantástico entorno de una enorme marina de lujo. Con gran frecuencia sus muelles ofrecen la actuación de buenos músicos y voces muy autóctonas. Por unos instantes desde su llegada a África del Sur, tendrán la sensación de estar en la civilización. Quizás en esos momentos, su tan anhelado espíritu del viajero, comenzará a ser dominado por su otro espíritu burgués, que creerían dormido. ¡Débil condición humana!

– Long Street. Pasear por Long Street, una de calles más antiguas y con más ambiente de la ciudad, es una de las mejores cosas que hacer en Ciudad del Cabo. Esta calle con bonitos edificios de estilo victoriano ha ido cambiando con el paso del tiempo y poco a poco se ha llenado de bares, discotecas, hostales y pubs, que te ayudarán a pasar un buen rato cuando acabes tu ruta por Ciudad del Cabo. Además de su arquitectura colonial y el buen ambiente de la calle, que la convierten en otro de los lugares que ver en Ciudad del Cabo, es un buen lugar para buscar algún recuerdo original en alguna de sus encantadoras tiendas.

– Bo Kaap. El barrio malayo de Bo-Kaap, con sus fachadas de las casas pintadas de vivos colores, es otro de los lugares que visitar en Ciudad del Cabo más bonitos. Situado a los pies de Signal Hill, este barrio está habitado por una mayoría musulmana, descendiente de los primeros esclavos de origen malayo que se alojaron aquí. Las casas de colores de dos pisos de alto se concentran en la parte alta del barrio, en el que también puedes encontrar alguna mezquita interesante.

– El Castillo de Buena Esperanza. En abril de 1652, a este punto arribó el navegante holandés Jan van Riebeeck, con el objetivo de cultivar vegetales y crear una estación de abastecimiento con la que la Real Compañía Holandesa de las Indias Orientales, lograra vencer al escorbuto que diezmaba a los tripulantes de sus barcos. Para defender la ciudad naciente, levantó el Castillo de Buena Esperanza, que originalmente fue una fortaleza holandesa. La construcción de este castillo con planta en forma de estrella de cinco puntas en 1666, lo convierte en el más antiguo del país. Es quizás el símbolo más visible de la ocupación colonial de Ciudad del Cabo y de Sudáfrica. El Castillo de Buena Esperanza se convirtió en el cuartel general del gobierno militar del apartheid en 1948. Desde la liberación del país en 1994, el edificio ha lavado su imagen y en la actualidad es un museo del pueblo. El castillo acoge exposiciones de arte alternativo y eventos culturales.

– La Península del Cabo y el Table Mountain National Park. Partiendo desde Ciudad del Cabo, a orillas del Atlántico, recorreremos todo el contorno de la mítica península que forma el Cabo de Buena Esperanza, y donde se ha formado el Table Mountain National Park. Regresaremos por la margen interior, a orillas de la Bahía Falsa a orillas del Indico. Una de esas excursiones que mezclan paisaje, flora y exótica fauna marina: leones marinos y pingüinos. Comenzaran recorriendo los barrios ricos de esta ciudad, recostados sobre el Océano Atlántico, y protegidos por las montañas de la Montaña de la Mesa. A la derecha quedará la Cabeza del León.

Isla de Duiker o Isla de las Focas, en el Océano Atlántico

La primera parada se realiza en la villa marinera de Hout Bay, y desde su recogido puerto tomarán un barquito para aproximarse hasta Duiker Island, la isla de las Focas, sede permanente de una importantísima colonia de focas y leones marinos. En apenas 20 minutos se alcanza el islote Duiker, un promontorio de roca de granito, situado a poca distancia de la península de Hout Bay, y absolutamente tomado por una gran colonia salvaje de focas y leones marinos. De regreso en Hout Bay, podrán disfrutar de alguna de las muchas charangas entre étnica y música de jazz, entre africana y Nueva Orleans, que diariamente recorren los muelles del pueblecito. La excursión continuará hacia el Cabo de Buena Esperanza. Próximos a las 11 de la mañana llegarán al Cabo de Buena Esperanza, situado en el extremo sur de África, descubierto por el navegante portugués Bartolomé Díaz en el año 1488, al que llamó "Cabo de las Tormentas". Años más tarde, Juan II de Portugal le dio su nombre actual. El popular Vasco de Gama, descubrió que, pasando este cabo en el extremo más meridional del continente africano, se podía seguir navegando hacia el este, hacia la India. Durante muchos años, los navegantes temieron no encontrar una posible ruta marítima que llegara hasta dicho lugar. Por este motivo, Juan II le llamó: el Cabo de Buena Esperanza. Se cree que fueron los fenicios los primeros en descubrir esta ruta de navegación. Erróneamente se ha considerado, que en este punto se unen el Océano Atlántico y el Índico; Eso ocurre sin embargo, en el cabo Agulhas que se encuentra poco más al sur.

A la hora del almuerzo, estarán situados en la estación base del Parque Nacional de la Montaña de la Mesa, donde un funicular les transportará hasta la cumbre donde se encuentra el Faro, y desde aquí poder perder la mirada en el océano. Ya durante el almuerzo, un coro formado por los trabajadores de la estación, les sorprenderá con sus educadas voces, y su alegría contagiosa

Pingüinos en la playa de Boulders, en el Océano Índico

La siguiente escala será en Simon’s Town, con una concurrida playa ya sobre las cálidas aguas del Indico. Mientras en el Atlántico las aguas tienen una temperatura entre 12 y 14 grados, ahora en el Indico, el agua rondaba los 28º. Habrán llegado a Boulders, en el municipio de Simon’s Town, dentro del Table Mountain National Park, con el único objetivo de conocer a sus pingüinos. El pingüino de El Cabo, también conocido como pingüino africano o de anteojos, es la única especie que vive en el continente africano y una de las cuatro del género Spheniscus. Llegan a alcanzar los 60 cm de altura y en sus zambullidas, pueden bucear a una velocidad de 20 a 33km/h. La playa aparecerá absolutamente tomada por estos simpáticos pingüinos que, ignorándoles por completo, actuarán libremente

Y esto, queridos lectores, es solamente una breve pincelada de la gran diversidad que Sudáfrica nos podría ofrecer. El viaje que les he narrado puede concretarse en 10 u 11 días. Les aseguro que les encantará, pero les sabrán a poco