Aproin Digital 174 / De viaje como viajeros  

de viaje como viajeros

Manuel Fernández Díaz

director de viajeros del mundo_ _

 

Samarkanda, capital de la Ruta de la Seda

Uzbekistán, es el arte sublime en la Ruta de la Seda. Tras conquistar toda Asia Central, los mongoles dijeron que echaban de menos la luz del desierto y se propusieron traerla a las ciudades. Lo lograron: los azulejos de las mezquitas de Khiva, Bukhara y Samarcanda y las sedas de Marguilán llevan siglos maravillando al mundo. Más de dos milenios de historia están encerrados en Uzbekistán, y en Samarcanda, una ciudad que ha enamorado a sus visitantes desde el momento en el que se erigió. Un lugar desconocido para muchos, pero que sin embargo ha sido uno de los puntos claves en la evolución del hombre moderno. Samarcanda fue en su día la capital de la Ruta de la Seda y actualmente es un punto clave para quienes deseen contemplar la verdadera belleza con sus propios ojos y conocer nuestro pasado de primera mano. Declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, Samarcanda siempre tiene abiertas sus puertas a los viajeros más intrépidos, a aquellos que buscan respuestas y que tratan de encontrarse en un viaje que cambiará por completo sus vidas.


Dos son los hechos que a lo largo de la historia, han convertido a Samarcanda en esa especie de leyenda mágica, que hoy la convierten en uno de los “mayores objeto del deseo” de la mayoría de los viajeros del mundo: su ubicación central en la Ruta de la Seda, y haber sido la capital del gran Tamerlan.

Amir Timur, más conocido como Tamerlán, fue un conquistador cuyos logros y brutalidad rivalizaron con el mismísimo Gengis Khan. Creó un esplendoroso pero efímero imperio en Asia Central, que sus sucesores fueron incapaces de conservar por mucho tiempo.

En la historia de Asia Central hay dos hombres que despiertan tanta admiración como terror, dependiendo desde dónde se miren. El primero es Gengis Khan, el caudillo mongol que logró la proeza de unificar a las tribus nómadas y crear uno de los imperios más extensos de la historia. El segundo es Amir Timur, más conocido como Tamerlán, que casi dos siglos después intentó repetir la proeza. Si bien no consiguió igualar las conquistas de Gengis Khan, Tamerlán fue el último gran emperador de las estepas y su trayectoria refleja en parte la del caudillo mongol: desde una modesta posición al frente de uno entre tantos pueblos nómadas logró unir a muchos otros mediante la guerra y la audacia, y dejó como legado un imperio cuya influencia perduraría a lo largo de los siglos, aunque sus sucesores no lograran conservar su unidad. Y al igual que Gengis Khan, ha sido elevado a la categoría de héroe nacional en su tierra de origen, el actual Uzbekistán, mientras que en lugares que sufrieron el ataque de sus ejércitos su recuerdo es menos amable. Timur nació en Kesh, en el actual Uzbekistán, en una familia noble de los barlas, un grupo turco-mongol que gobernaba la región histórica de Transoxiana; según la tradición su nacimiento se produjo el 9 o el 10 de abril de 1336, aunque no existe ningún registro histórico que lo corrobore.

Los barlas debían obediencia al kanato Chagatai, fundado por uno de los hijos de Gengis Khan, pero cuyo poder era disputado por otros reyes vecinos. Prestando apoyo y retirándolo a quien más le convenía en cada momento, Timur fue ganando poder hasta convertirse de facto en el líder militar que podía decidir quién conseguía la hegemonía. Pero a pesar de su enorme poder no podía reclamar el título de khan, que solo podían llevar los descendientes directos de Gengis; como tampoco el de califa, que correspondía –al menos, en teoría– a los parientes de Mahoma. Por ello tuvo que conformarse con el de amir (rey o comandante) y colocar a miembros de la dinastía de Chagatai como soberanos títeres. Al igual que Gengis Khan, ha sido elevado a la categoría de héroe nacional en su tierra de origen, el actual Uzbekistán, mientras que en lugares que sufrieron el ataque de sus ejércitos su recuerdo es menos amable.

Y la ciudad de Samarcanda, fue la elegida por él como la legendaria capital del Imperio de Tamerlán. "Es tal la riqueza y la abundancia de esta gran capital que contemplarlas es una maravilla", dijo un castellano que en 1404 llegó a la ciudad de Samarcanda para rendir visita a Tamerlán, el guerrero que había fundado el mayor imperio de Asia. Tamerlán escogió Samarcanda como su capital, y pronto esta ciudad, donde confluían las caravanas procedentes de Oriente y Occidente, con sus especias y exóticos perfumes, acabó convirtiéndose en la residencia de una corte de leyenda. En febrero de 1405 una desconocida enfermedad quebró su vida. Su cuerpo fue trasladado a Samarcanda, embalsamado y enterrado en el mausoleo de Gur-e Amir (“tumba de los reyes”), que sería también la última morada para algunos de sus descendientes. En la lápida hay una inscripción que dice: “Si yo me levantase, el mundo entero temblaría”. Casualidad o no, el día en que sus restos fueron exhumados para examinarlos –el 22 de junio de 1941–, Hitler traicionó su alianza con Stalin e invadió la URSS.

En la actualidad, Samarcanda es la segunda ciudad de Uzbekistán, después de Taskent, tanto en población, como área e importancia industrial, y a su vez capital de la Región de Samarcanda. La Unesco declaró a esta ciudad de 2.700 años de antigüedad como Patrimonio de la Humanidad en el año 2001, y fue inscrita como Samarcanda - Encrucijada de culturas. Se han encontrado evidencias de actividad humana en el área de la ciudad desde el Paleolítico tardío, aunque no hay evidencia directa de cuando fue exactamente fundada, algunas teorías señalan que fue fundada entre los siglos VIII y VII antes de Cristo. Prosperando desde su ubicación en la Ruta de la Seda entre China y el Mediterráneo, Samarcanda fue una de las más grandes ciudades de Asia Central.

Su plaza del Registán es una de sus visitas imprescindible, que nos lleva a considerarla como una de las plazas mas bellas del mundo, donde se encuentran sus tres imponentes madrasas: En la de Ulugh Bek, destaca la mezquita de invierno, flanqueada por cuatro minaretes, así como el patio, rodeado por dos plantas; la fachada está cubierta por mosaicos; la de Shir Dor, se extiende en 51 metros de minarete a minarete y en la parte trasera contiene bellas cúpulas así como una rica ornamentación; de gran belleza es también el patio de la madraza Tilia Kari, con una bonita cúpula turquesa.

Mausoleo Gur-e Amir en Samarckanda por Wiggum licenciado bajo CC BY 3.0

El Mausoleo en el que yacen los restos mortales de Amir Timur y la Necrópolis de Shají-Zindá, son los principales monumentos funerarios. El famoso Observatorio de UlughBek, en el que desarrolló sus investigaciones astronómicas, habiendo sido utilizados sus resultados en todo el mundo hasta casi el siglo XX.

La gigantesca Mezquita de Bibi Khonum es también uno de los monumentos más importantes de la ciudad de Samarcanda. Debe su nombre a una de las mujeres de Tamerlán. La construcción de esta imponente mezquita tuvo lugar a partir de 1399 y se completó cinco años después, en 1404. Los majestuosos domos azules de la Mezquita Bibi Khanum (también Mezquita Bibi Khanim o Mezquita Bibi-Khanym) conforman una vista inusual. Uno se queda sin aliento incluso al tratar de comprender la escala de la construcción de este monumento, impresionante en tamaño y belleza. En la antigüedad, el domo de esta mezquita era comparado con el domo del paraíso y el arco del portal, con la vía láctea.

El Bazar Siab,. El bazar Siab de Samarkanda ha sido durante siglos uno de los mas famosos en toda el Asia Central y fuera de sus límites. Esto se debe al hecho de que Samarkanda a lo largo de su historia más de una vez fuera la capital. En los siglos XIV - XV fue la capital del imperio de los Timuridas, y en los años 1924-1930 fue la capital de la República Socialista Soviética de Uzbekistán. En las capitales se concentraban los centros de comercio y artesanía, aquí llegaban comerciantes y gente común de diferentes tierras para comprar y vender las mercancías.

En este mercado de frutas, verduras y souvenirs se pueden realizar las últimas compras antes del regreso, y acercarse al fondo del alma de esta particular raza uzbeka

Samarkanda fue una de las ciudades que prosperaron al pie de la Ruta de la Seda y hoy luce con una importante cultura urbana. Es una de las más antiguas de Asia Central y por ella han pasado las culturas persas, griega, árabe, mongol y la ruso-soviética. Sus construcciones, son un claro ejemplo de la época en la que Amir Timur la convirtió en capital de su imperio, a finales del siglo XIV, cuando experimentó su mas importante crecimiento, cuyo legado la ha convertido en la mágica y atractiva ciudad, que hoy me permito aconsejarles visitar.

DATOS BÁSICOS PARA VIAJAR A UZBEKISTAN:

  • Visado. Para viajar a Uzbekistán hay que solicitar visado en un impreso y acompañar el pasaporte y una fotografía (con un mínimo de 20 días de antelación).
  • Vacunas y vestimenta. No existe obligatoriedad de vacunación, pero se aconsejan contra la malaria y el tétanos, y el certificado europeo contra el Covid 19. En cuanto a la vestimenta, deben evitarse las camisetas de tirantes, los pantalones cortos y las prendas ajustadas.
  • Idioma. El idioma es el uzbeko y el ruso. La capital es Tashkent y está poblada por 32 millones de personas, la mayoría uzbekos, pero también rusos, tayikos, kazajos, karakalpakos y tártaros; cerca del 60% de la población tiene menos de 25 años y el nivel de alfabetización es del 99,3%.
  • Clima. Su clima es continental, con una amplitud significativa de las temperaturas de día y noche, verano e invierno. La temperatura media en enero baja hasta - 6ºC y la media de julio se eleva hasta 32 o 35 ºC. las precipitaciones, en general, son insignificantes. Se aconseja viajar en primavera.
  • Ciudades turísticas. Las ciudades más turísticas son, además de Tashken, la capital de la república, Samarkanda, Bukhara y Khiva, que formaron parte de la Gran Ruta de la Seda, aportando importantes contribuciones al comercio, al intercambio de conocimientos científicos y a la cultura. La república ocupa el noveno lugar mundial por la cantidad de lugares históricos y recreativos.
  • Extensión. Su extensión es de 447,4 km2 y limita con Kazajistán, Kirguistán, Tayikistan, Turkmenistán y Afganistán, con una frontera que supera los 6.200 kilómetros.
  • Forma de gobierno. Es un estado laico cuya forma de gobierno es la república mixta, con un fuerte poder presidencial y un Parlamento bicameral; constitucionalmente, garantiza el derecho a la igualdad de todas las personas, con independencia de su nacionalidad, género o religión.
  • Religión. La religión mayoritaria es la musulmana, seguida a gran distancia de la ortodoxa (9 %) y un 3 % de otras religiones como judíos, católicos, protestantes y budistas, entre otros.
  • Recursos. El país posee más de 2.700 yacimientos; es el tercer país por extracción de cadmio, el sexto por la de uranio y el octavo por la de oro y gas natural; además ocupa el quinto lugar como productora de algodón y el sexto como productora de seda cruda.