Editorial
El Banco de España ha revisado al alza sus proyecciones para la economía española en los próximos tres años, hasta situar el crecimiento del PIB en el 2,8% para este año, tasa que se desacelerará hasta el 2,3% en 2018 y el 2,1% en 2019.
Pero, ¿se refleja esta previsión en el mercado inmobiliario de la provincia de Pontevedra?
El mercado de la vivienda se caracteriza por su alta heterogeneidad, con Madrid y Barcelona como principales motores del sector inmobiliario.
El último Informe Tinsa de Mercados Locales del primer trimestre de 2017, indica que en Pontevedra son necesarios 14 meses para vender una vivienda, mientras a nivel nacional se tardan 9,9 meses de media en comercializar una casa terminada (nueva y usada),y en Madrid y Barcelona las casas se venden en 3,7 y 3,8 meses, respectivamente.
¿Cuáles son los motivos?
Ni la demanda es del todo solvente ni la oferta es la que se necesita para el nuevo escenario.
No obstante debemos ser optimistas de cara a los próximos dos años, pues la recuperación del mercado de vivienda es evidente, aunque más lenta que en otras ciudades, y vendrá apoyada por una renovada concepción del urbanismo en los Ayuntamientos; queda atrás el lastre de lo que se vino en llamar "el sector del ladrillo" y ha nacido un sector más transparente, enfocado hacia el cliente, y con una importante presencia de la transformación digital.
Las administraciones locales disponen de los medios necesarios para liderar esta transformación e impulsar ordenadamente un sector productivo que no sólo permitirá cubrir una demanda real y nueva, sino que aporta PIB a la ciudad, crea empleo, activa la economía del mercado de productos, ingresa impuestos y en definitiva colabora para fijar población.