Esta hipoteca... ¿Es buena para mí?

Walicia
 

Si esta pregunta la responde un gallego de pura cepa, la respuesta será “depende”. Como muchas otras cosas, el gallego tendría razón, pero vamos a valorar criterios para elegir la mejor hipoteca.

A día de hoy el mercado financiero hace que cada entidad configure su hipoteca de manera diferente, priorizando argumentos de tipo comercial favorables económicamente a la propia entidad, lanzándonos a una elección inadecuada que generalmente implica contratar la hipoteca con una cuota menor por aplicación de vinculaciones.

Ahora que se cumple un año del dictamen europeo sobre la retroactividad de las cláusulas suelo aprovechamos para repasar una serie de criterios básicos que se deben tener en cuenta a la hora de escoger la hipoteca que mejor se adapte a la situación de cada usuario.

Comisión de apertura, tipo de interés y vinculaciones

Estas tres cuestiones debemos tratarlas de forma conjunta debido a que la combinación de las tres puede hacer que resulte muy desfavorable para nosotros. Si no hacemos un correcta valoración de la influencia de cada una de ellas en la TAE variable, podemos acabar pagando más intereses de lo previsto.

La comisión de apertura de una hipoteca es el importe que cobra el banco al formalizar el préstamo y cuya justificación es la de cubrir los gastos administrativos y de gestión de dicho préstamo.

El tipo de interés es quizás lo más importante, ya que unido al importe, al plazo del préstamo y al índice de referencia determina la cuantía de la cuota mensual que se va pagar para su amortización durante el plazo de la hipoteca y por tanto cuánto pagamos por intereses. El interés puede ser fijo o variable y también una mezcla de los dos. No es fácil tomar la decisión entre una hipoteca a tipo fijo o una a tipo variable, por lo que las circunstancias personales hacen que pongamos un “depende”.

Las vinculaciones son aquellos productos que contratamos junto con la hipoteca (cuenta corriente, domiciliación de nómina, tarjetas, seguros, seguros de vida, etc.). La ley establece que al contratar un préstamo hipotecario nuestro banco no puede obligarnos a la contratación de ningún producto vinculado. La única obligación del hipotecado es la de mantener un seguro de daños sobre el inmueble hipotecado y éste, al igual que cualquier otra vinculación, debería poder ser contratado con cualquier entidad, de cara a permitirnos el mayor ahorro. Vincularnos con cualquier producto sin conocer en coste de forma anticipada es quizás lo más negativo para nuestros intereses. Lo que inicialmente tiene un coste muy bajo puede ser que en el futuro se modifique de forma notable y no sea tan bajo como esperábamos. Contratar una hipoteca sin ninguna vinculación es la mejor opción.

Importe

Con los tipos de interés tan bajos que existen hoy en día, incluso aquellos que no necesitan financiarse piden dinero prestado. Sin embargo, para aquellos que sí necesitan financiación, la cuota total debería ser perfectamente asumible hipotecando no más del 30 o 35% de los ingresos futuros.

Moneda

En un primer momento, las hipotecas en moneda extranjera pueden ser muy atractivas, pero posiblemente se conviertan en algo muy complejo en un futuro. Para evitar estas posibles complicaciones, la mejor solución es pedir la hipoteca en la moneda que generamos nuestros ingresos.

Plazo

El plazo va a ser otro “depende” dado que si las comisiones de amortización anticipada y de cancelación total fuesen del 0% podemos elegir un plazo mayor ante una posible reducción de los ingresos, lo que evitará posibles refinanciaciones del préstamo. En cualquier caso, cuanto menor sea el plazo en que paguemos nuestra hipoteca, menor es el montante de los intereses.

Índice de referencia

Es la entidad financiera la que propone el índice de referencia y el plazo de actualización del mismo. En tendencia alcista, mejor plazos largos y en tendencia bajista, cuanto más corto sea el plazo mejor. El más conocido de todos es el Euríbor a un año, pero puede haber otros cuya evolución desconocemos. Y en este caso antes de aceptar, deberíamos buscar información sobre la evolución del índice que nos proponen.

No es fácil conocer y poder combinar todos los criterios que influyen ahora y que influirán en el futuro de nuestra hipoteca. Es posible que necesitemos un profesional que analice y nos asesore para valorar cómo puede afectar al futuro cada uno de los elementos que componen la hipoteca.