de viaje como viajeros
Tanzania, África de otro color
Amanecer en Serengeti
La República Unida de Tanzania es un país de África Oriental famoso por sus extensas zonas de paisajes indómitos, repletos de la más auténtica fauna salvaje. Se sitúa sobre el océano Índico, en la costa este de África Central, y limita al norte con Kenia y Uganda, al oeste con Ruanda, Burundi, y la República Democrática del Congo, al sur con Zambia, Malaui y Mozambique, y al este, como ya dijimos, con el océano Indico. Su capital es Dodoma, la tercera ciudad en importancia del país, situada en el centro geográfico de Tanzania, donde reside todo el poder administrativo, pero con un bajo interés turístico.
El nombre del país proviene de la unión de las palabras «Tanganica» y «Zanzíbar”. La actual República Unida de Tanzania nació en abril de 1964, tras la unión voluntaria de la antigua Tanganica y la isla de Zanzibar. Tanganica, había formado la colonia alemana del África Oriental Alemana, que tras su derrota, al finalizar la Primera Guerra Mundial, pasó a manos británicas , de las que se independizó en diciembre de 1961. La República de Zanzíbar, logró su independencia del yugo colonial británico en diciembre de 1963, y tras rápidas negociación con el gobierno de Tanganica, en abril de 1964 con la fusión de ambos estado nació la nueva Tanzania.
A diferencia de todos sus países vecinos, Tanzania se caracteriza por su resistencia a la dominación colonial británica, y por no reconocer al inglés como lengua oficial. Por el contrario, este nuevo país, ha impulsado una serie de reformas, si bien algunas aún están a falta de completarse; plantea un Estado independiente propio, autónomo y soberano basado en los valores auténticamente africanos. De ahí la importancia del suajili como única lengua oficial, y como forma de unir al pueblo tanzano.
En este breve reportaje solo nos acercaremos a los aspectos más atractivos de Tanzania, como eminente país generador de safaris fotográficos, quizás una de las actividades del mundo activo del viajero, más excitantes del planeta. En un imaginario viaje de 10 días, pretendemos acercarles a 5 de los lugares más emblemáticos de este fascinante país: el Lago Manyara, el Parque Nacional de Tarangire, Serengetti National Park, y el Cráter del Ngorongoro, enclavado en el gran área de conservación del Ngorongoro.
En nuestro afán por presentarles la enorme belleza que encierran los safaris fotográficos por Tanzania, queremos dejar clara nuestra repulsa por el antagónico concepto de “safari de caza”, que, lamentablemente, aún se sigue practicando al sur de este país. Nosotros solo nos referiremos a los paseos ecológicos, bajo el lema “el único disparo, el de tu cámara”.
Lago Manyara
El Parque del Nacional del Lago Manyara se encuentra en el norte de Tanzania, en la Región de Arusha, a solo 115 km. de la ciudad del mismo nombre, con cerca de medio millón de habitantes, y lugar en el que se ubica el aeropuerto internacional de Kilimanjaro, a donde deberán dirigirse, si algún día deciden emprender este viaje. Este parque tiene una superficie de 325 km., de los cuales los dos tercios los forman las aguas del Lago Manyara. En 1981 fue declarado Reserva de la Biosfera. Toma su nombre de la palabra Maasai « Manyara», nombre de la planta que los masáis utilizan para construir las empalizadas que utilizan para cercar al ganado, siendo más resistente que las ramas de las acacias espinosas.
Jirafa bebiendo en el lago Manyara
El parque se caracteriza por tener distintos hábitats lo que consigue una gran variedad de fauna y flora en una pequeña zona. Este parque alcanzó gran notoriedad por sus leones trepadores de árboles, lo que les permitía escapar de los insectos como la mosca tse-tsé, así como por los miles de flamencos que habitan en la orilla del lago. En él, también podrán “disfrutar” de sus árboles plagados de babuinos y mandriles. Lamentablemente el conocido fenómeno meteorológico llamado El Niño, con sus enormes precipitaciones, en 2005, ahogó materialmente a estos arboles, pudriendo a la gran mayoría, lo que provocó la casi desaparición de los leones.
A mayores de todo lo dicho, en el P N Lago Manyara también es posible observar manadas de elefantes, búfalos, cebras, jirafas, ñus, antílopes y cobos de agua, hipopótamos, cigüeñas, marabúes, rinocerontes y más de.400 especies diferentes de aves que se dispersan a lo largo y ancho de todo su territorio.
Parque Nacional de Tarangire
Tarangire National Park, o el Parque Nacional de Tarangire, también se ubica en el norte de Tanzania, en la región de Arusha, a solo 120 km.. de su capital, y a tan solo 5 del Lago Manyara.
Es uno de los parques más desconocidos de Tanzania, pero gracias a ello aún conserva ese aire de un lugar por descubrir. Tarangire es un antiguo territorio Masai, sabanas con amplios horizontes, colinas y llanuras donde abundan los baobabs, esos enormes y fantásticos arboles, en ocasiones milenarios, que sirven de alimento a los elefantes. Pero, además, este parque cuenta con más de 500 especies de aves y con depredadores como los leones, hienas y leopardos.
El gran ciclo de la vida comienza en marzo con las lluvias, y la desaparición de las moscas tsé-tsé , pero el apogeo de la vida animal se vive entre agosto a octubre.
Hiena moteada en Tarangire
El parque nacional de Tarangire es el sexto más grande en Tanzania, y recibe su nombre del río Tarangire que atraviesa el parque, siendo la única fuente de agua para los animales salvajes durante la estación seca. Y es durante esta estación cuando, buscando las aguas de su río, miles de animales migran hasta aquí desde el lago Manyara, situado a tan solo 5 km.
Su paisaje montañoso está salpicado de un gran número de árboles Baobab que en ocasiones, sobrepasan los mil años de antigüedad. Además está poblado de densos arbustos y hierbas altas, que lo convierten en un auténtico paraíso para los elefantes.
Guepardo sobre un jeep en Tarangire
Los mejores momentos para visitar Tarangire National Park comienzan en marzo, y alcanzan hasta finales de octubre: a primeros de marzo, cuando la vegetación es más verde, cebras y ñus cuidan de sus crías. Al final de la época de lluvias, entre junio y julio, los elefantes acuden a las orillas del río Tarangire para aparearse. Y desde agosto a octubre, durante la estación seca, aquí se concentran grandes manadas de fauna salvaje: cebras, impalas, ñus, antílopes, búfalos y jirafas.
Parque Nacional de Serengeti
El Parque Nacional Serengeti es uno de los parques más grandes de Tanzania, con unos 14.763 kilómetros cuadrados de superficie, repartidos en llanuras salpicadas de acacias, sabanas arboladas y bosques. Sus praderas aparecen atravesadas por los ríos que fluyen a través del parque, proveyendo un hábitat para una gran variedad de aves, mamíferos y reptiles. Estas inmensas praderas aparecen salpicadas por amplios kopjes, una especie de afloramientos rocosos con forma de pequeñas colinas, absolutamente poblados de rocas y vegetación, que frecuentemente sirven de refugio a los habitantes de la sabana, como leopardos o leones.
Serengueti está ubicado en un altiplano entre las tierras altas de Ngorongoro, lindando por el norte con la Reserva Nacional de Masai Mara en Kenia, y por el oeste se extiende casi hasta el Lago Victoria. En lengua Masai significa «llanura sin fin».
Escuela infantil en una aldea masai
Danza de guerreros masais
Nos hallamos en uno de los santuarios de la vida silvestre, que durante todo el año ofrece a sus visitantes la gran experiencia única de la Gran Migración, el espectáculo más impresionante de vida animal, cuando las inmensas manadas de ñus y cebras pueden llegar a ocupar más de diez kilómetros de longitud, siendo seguidos de cerca por sus más habituales depredadores. Tan fuerte es su instinto para moverse buscando la hierba fresca, que ni la sequía, o el río infestado de cocodrilos puede detenerlos. Así, entre junio y julio se produce la gran concentración de ñus (se han llegado a calcular más del millón y medio de ejemplares), seguidos por cebras y gacelas de Thomson que se juntan cuando emigran hacia el sur, al final de la estación de lluvias.
Realizando un safari en Serengeti
Y junto a estos animales viajan numerosos leones (más de 3.000 ejemplares) y hienas moteadas. Todos juntos llegan a recorrer cada año alrededor de 800 kilómetros.
Otros mamíferos abundantes aquí, so facoceros (jabalí verrugoso), leopardos, guepardos, elefantes (cerca de 1.500 ejemplares), rinocerontes negros, hipopótamos, jirafas, búfalos, topis, elands (alces de El Cabo), sitatunga, oryx, redunca de montaña, numerosas especies de roedores, chacal dorado, chacal de flancos rayados, gacela de Grant, mangosta, nutria, y siete especies diferentes de primates. Entre los pequeños depredadores se encuentra el zorro orejudo y ratel. Además, se han catalogado cerca de 350 especies de aves entre las que se encuentran 34 especies de rapaces, seis de buitres, avutarda de Kori, avestruz, flamenco y tejedores.
Sobrevolando en globo el área de Seronera en Serengeti
Para visitar adecuadamente este enorme parque, necesitaran, al menos, entre 2 y 3 días y deberán alojarse dentro del Parque. En Serengeti, como en la mayoría de los muy importantes parques de África Oriental, dentro de las reservas solo podrán encontrar dos tipos de alojamientos adecuados: los Lodges, especie de cabañas muy autóctonas, construidas en madera o ladrillo, con techos de paja, ambiente muy autóctono, y con la mayoría de las comodidades habituales en nuestra vida (agua caliente, luz eléctrica, ventiladores, mosquiteros, etc.), y todo eso decorado con bastante gusto. El otro tipo de alojamiento que recomendamos, son los Tented Camps, especie de campamento de lujo, en tiendas de campaña muy sofisticadas, con baño privado, y todas las comodidades que mencionábamos en los Lodges… pero aderezados con un poco más de lujo….descrito de forma coloquial, como el campamente que aparecía en Memorias de África, donde Karen Blixen y Denys Finch Hatton pasaron aquella noche maravillosa. Y como guinda en el pastel, se hace imprescindible disfrutar del paseo en globo, sobre el curso del rio Seronera, que cada madrugada nos elevará hasta el cielo de Serengeti, permitiéndonos ver como el sol emerge tras las montañas, e inunda de luz esta inmensa sabana africana, repleta de vida. ¡Inolvidable!
Cráter del Ngorongoro
El cráter de Ngorongoro es una de las mayores calderas volcánicas del mundo. Se formó cuando un volcán gigantesco explotó y se colapsó hace dos o tres millones de años. La caldera es un enorme cuenco con paredes de más de 600 metros de altura, cubiertas de bosques, más un suelo llano y fértil de unos 260 km2 de extensión. Este particular mundo natural se organiza en varios ecosistemas: bosques, sabanas, lagos y pantanos, charcas saladas, y tierras áridas. Y todo esto encajado en un área que no supera los 20 kilómetros de diámetro.
El cráter alberga unos 25.000 animales de muy distintas especies. Se considera una de las áreas más reducidas donde es posible ver a los cinco grandes, los cinco animales más representativos de África: el león, el leopardo, el elefante, el búfalo y el rinoceronte (si se incluye al hipopótamo, entonces se debería ampliar la denominación a los seis grandes).
Cráter del Ngorongoro
Además, en el cráter es posible observar, con un poco de suerte, al exótico rinoceronte negro, uno de los mayores atractivos del parque. Otros animales que habitan el vasto valle son los búfalos, las hienas y los chacales, además de numerosos herbívoros, como el ñu, las gacelas de Thompson, las cebras, los antílopes y los impalas. También abundan las aves, como los buitres y las águilas, además de muchas aves acuáticas alrededor del lago Magadi, que atrae a centenares de flamencos debido a sus aguas poco profundas y su especial salinidad.
Debido a lo vertical de sus paredes, no encontrarán dentro del cráter, más que jóvenes elefantes machos que vienen a jugar, pues los mayores, las hembras y los muy jovencitos, no se arriesgan en la bajada. Tampoco las jirafas se atreven a bajar.
Cada año, cerca de 400.000 viajeros del mundo se acercan a este cráter único, para poder extasiarse en la contemplación de la naturaleza salvaje, que aquí se puede disfrutar como en pocos lugares del planeta .
La vida en el Ngorongoro se despierta temprano (si es que duerme alguna vez), por lo que se aconseja iniciar el safari de madrugada y abrigado, ya que la temperatura suele bajar de los 10 grados centígrados, aunque luego, al mediodía, superará los 25 grados.
Bosque de acacias en las laderas del Ngorongoro
El descenso en todoterreno por las paredes del cráter, a través de los bosques espesos de acacias, corta la respiración. Sea a pie o a bordo de un todoterreno, el valle ofrece panorámicas de colores cambiantes que no se olvidarán en la vida. A cada trecho, el paisaje cambia con rapidez. Son admirables los pastizales, los bosquecillos de acacias, los bancos de arena a orillas del lago Magadi y las marismas cercanas.
Si usted se lo puede permitir, por no mucha diferencia, podrá alojarse en el mismo borde del cráter de Ngorongoro en uno de los 3 lujosos alojamientos con vistas fantásticas.
En el extremo sur, asomado al cráter, el Ngorongoro Crater Lodge, que cuenta con treinta suites circulares, inspiradas en las casas tradicionales de los maasai. La decoración es de estilo inglés colonial. Todas las estancias poseen amplios ventanales con vistas al cráter. Con similares planteamientos también destaca el Ngorongoro Serena Safari Lodge, un edificio alargado y bajo, construido a dos niveles, tendido sobre el borde del cráter y camuflado por el entorno. Dispone de 75 habitaciones, decoradas con estilizadas pinturas de estilo rupestre, todas con balcón y soberbias vistas al cráter. Y el Ngorongoro Sopa Lodge, un hotel de 97 habitaciones, distribuidas alrededor de un amplio vestíbulo acristalado, que da a la piscina, situado al este del cráter, junto a uno de los accesos de entrada menos concurridos. Las vistas son inmejorables.