INTERIORISMO

Alba Lago

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Una nueva distribución crea espacios amplios y luminosos

En este nuevo reportaje tratamos la reforma integral de un piso que acabamos de realizar y en el que el cambio completo de distribución fue la clave para crear espacios amplios y luminosos.

Se trata de un piso con solo dos ventanales al exterior y dos patios interiores, por lo que partimos de llevarnos las zonas comunes a la calle para inundarlas de luz y naturaleza ya que la orientación es hacia una alameda arbolada.

La sensación de amplitud que tuvimos al tirar todos los tabiques de la antigua distribución no quisimos perderla en ningún momento por lo que la idea de un salón unido junto con la cocina y la zona de acceso estuvo presente desde el primer momento.

Es muy importante adaptar los diseños a las costumbres de los futuros moradores por lo que en este caso a la hora de diseñar la cocina se tuvo muy en cuenta que el cocinero pudiese estar en contacto con el resto de habitantes de la vivienda, y para ello se colocaron los fogones en el centro de dicha estancia y se le rodeó de un mesado.

La unión visual con la zona de entrada y pasillo a baños y dormitorios se mantiene gracias a un gran ventanal interior que además aporta iluminación natural hasta el fondo de la vivienda, y con la zona de salón - comedor mediante una doble puerta corredera de cristal la cual estará abierta gran parte del tiempo excepto casos puntuales.

Las nuevas tecnologías cómo las campanas extractoras con filtros de carbono que no necesitan salida de gases nos permitieron colocar la cocina donde originalmente teníamos el dormitorio principal.

Un perfecto porcelánico imitación a madera nos permite contar con la calidez visual que nos aporta este aspecto en los suelos de la cocina y los baños, impensable hace unos años, además de resultar caliente gracias a la calefacción a través de suelo radiante.

El cliente quería una decoración atemporal, tranquila y cálida, pero con algún toque desenfadado. Se partió de una paleta cromática neutra en la que la calidez del tono piedra fue el lienzo sobre el que empezar a dibujar.

En la cocina la espectacular piedra veteada que marca el volumen central sin duda es la protagonista acompañada de 4 sillas transparentes de diferentes colores que funcionan como la guinda de un buen pastel.

En el salón la sobriedad del comedor de diseño italiano con tradicionales acabados en pan de oro y lacas craqueladas es contrarrestada por una lámpara de 7 tulipas de vidrio soplado en diferentes tonos rosados, dorados y plateados que a su vez se duplican en el gran espejo que preside el salón.

Luces indirectas ocultas en los foseados bañan de luz paredes que parecen enteladas gracias a los revestimientos murales flocados utilizándose para dar continuidad entre el salón y las zonas de paso.

El ventanal del salón es vestido con estores y caídas en la misma tela de visillo, consiguiendo de este modo no perder la deseada luz natural y mantener la elegancia que caracteriza este proyecto.