JARDINERÍA

Oliver Weiss

ingeniero agrónomo_ vigo_

 
 
 

¿Qué hacer con los restos de poda?

Yo propongo la "cama elevada"

Cada invierno se repiten las mismas imágenes. Al borde de las calles en zonas de chalets y jardines se amontonan los restos de poda. ¡Cómo si se tratase de basura cualquiera!

Si por un momento nos ponemos a pensar, nos damos cuenta de lo valioso que son estos restos de poda. Hemos gastado mucho dinero en abono y fertilizantes, orgánicos o minerales, eso da igual. Todo el año el jardín con sus plantas, su césped, arbustos y árboles ha crecido bien y mucho. Eso quiere decir que las plantas, césped, arbustos y árboles, han convertido el abono en hierba, hojas y madera.

Si ahora lo podamos y tiramos fuera de nuestro jardín, éste empobrece –tenemos que volver a comprar el abono–. Eso en la naturaleza no ocurre. Los árboles crecen sin aportaciones de fertilizantes a mano del hombre o alguna fuerza divina.

Para ello propongo dejar los restos de poda dentro del jardín. O bien triturar los restos de poda e incorporarlos en el compostero donde se descomponen a lo largo de 4-8 meses formando un abono de primera categoría, complejo y rico en nutrientes.

Pero si disponemos de un pequeño espacio soleado propongo la “cama elevada”. Una huerta en forma de colina, con una base y corazón en constante descomposición, generando calor en una época de frio invernal-primaveral, y en consecuencia un permanente suministro de nutrientes. La duración de ésta cama es de unos 2-4 años, después los restos de poda estarán completamente descompuesto, y si antes se elevaba la cama unos 50 cm, después de los años vuelve a estar hundida y podríamos volver a abrirla para empezar de nuevo.

Las ventajas son:

  1. El calor que genera la descomposición alcanza en su pleno centro unos 50º C. Este calor disminuye gradualmente hacia la superficie pero evita perdidas por heladas y acelera el crecimiento de lechugas y tomates en una época que la huerta convencional “se muere de frio”.
  2. Con una orientación Norte-Sur la elevación facilita que el sol llegue a todas las plantas, las calienta también, las seca y disminuye infecciones por hongos, y la fotosíntesis empieza más pronto – las plantas crecen más rápidos y más sanos.
  3. La elevación hace más cómodo el trabajo. Nos tenemos que agachar mucho menos.

Manual de Instrucción

  1. Escava una hoyo de 1,5 m de ancho y 3m de largo en dirección Norte-Sur, con una profundidad de 30 cm.
  2. En el centro y debajo de todo coloca ramas gruesas de la poda.
  3. Cubre el núcleo de madera con hojas, papel, hierba para mantenerla esa “burbuja de aire” el mayor tiempo posible.
  4. Ahora echa una capa gruesa de hojarasca, estiércol, cortes de hierba, paja, restos orgánicos de huerta y cocina encima.
  5. Finalmente se cubre con compost y tierra de jardín.