Aproin Digital 154 / Madera, su importancia en la construcción  

Madera, su importancia en la construcción

José González

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Cuando estaba estudiando la carrera, tuve un profesor de Estructuras, que siempre nos decía que la madera era el futuro de la arquitectura, que junto con la piedra, eran los materiales básicos de la arquitectura, que había edificios de mil años de antigüedad construidos de madera y piedra, como las catedrales u otras iglesias o palacios construidos en la Edad Media o anteriores, ciertamente, no era consciente en ese momento de la presencia de la madera en dichas construcciones, más allá de pavimentos, ventanas o mobiliario, en aquel momento le di poca importancia, no era consciente del “bosque” que existía entre las bóvedas de piedra y la cubierta de zinc y plomo de Notre Dame de París.

Uno que era un recién llegado a los estudios de arquitectura y admiraba las obras de Norman Foster, Richard Rogers, rebosantes de acero y cristal, no podía pensar en otra cosa que a mi profesor de estructura se le iba la pinza, como jóvenes adorábamos una nueva religión arquitectónica, la tecnoacquitectura, con proyectos icónicos como el del Centro Georges Pompidou, o la sede del banco británico HSBC en Hong Kong.

Pero ¿dónde había madera? Como no fuese para los pavimentos o los encofrados, en ese momento no era consciente de la importancia de la madera, pero gracias a mi profesor de estructuras en primer lugar y después de mis profesores de proyectos, fui consciente de la importancia de la madera en la construcción, no solo para pavimentos o mobiliario, si no como elemento estructural y en revestimientos.

La madera utilizada como elemento estructural, nos ofrece una opción distinta en contraposición a otros elementos estructurales como el hormigón o el acero. En su origen, el árbol en si, ya es un elemento estructural, sometido a la acción del viento. Tanto el acero como el hormigón, necesitan una transformación para poder ejercer una función estructural, y en este punto nos encontramos con un elemento muy importante hoy en día, cuando debemos fomentar una construcción no solo eficiente desde el punto de vista energético, la madera es un buen aislante térmico, si no de la huella de carbono, que el uso y la elaboración del material provoca. La madera, desde su extracción en los bosques, hasta su uso en sus distintas formas de elaboración en la que la podemos usar en la construcción, es más fácil de manipular y genera menos huella de carbono, que una acería o una fábrica de cemento.

La madera es fácilmente transformable, es un material polivalente, presente en muchos objetos y embalajes, especialmente en el norte de Europa. En Noruega, la industria maderera, es una de las más importantes del país, compitiendo con la petrolera, pero Noruega se ha propuesto llevar más allá la eficiencia y la arquitectura sostenible trasladándolo a proyectos cada vez más complejos, desde las iglesias medievales de madera conocidas como Stavekirker, el interés de los vikingos por la construcción de barcos y viviendas en madera hizo que utilizaran este material para la construcción de sus Iglesias, que tienen como elemento en común los postes angulares (stave), de ahí su singular nombre, hasta las construcciones más vanguardistas.

Un ejemplo lo tenemos en la ciudad de Brumunddal, a ciento cincuenta kilómetros de Oslo, alberga la construcción del rascacielos de madera más alto del mundo. Mjøstårnet es un edificio piloto que trata de demostrar que es posible construir edificios de altura con materiales respetuosos y que supongan una reducción de emisión de gases efecto invernadero de hasta un 85% en la producción de los materiales. Este edificio tiene una altura de ochenta metros y dieciocho plantas que integran apartamentos, oficinas, un hotel y restaurantes. En total son unos diez mil quinientos metros cuadrados distribuidos en plantas de unos seiscientos cuarenta metros cuadrados. En la planta baja se ubica el vestíbulo principal, la recepción y el restaurante. El segundo piso está reservado para salas de reuniones e instalaciones técnicas, mientras las siguientes cinco plantas albergan las oficinas. En el resto del edificio se distribuyen las setenta y dos habitaciones del hotel y los treinta y tres apartamentos, que van de los cincuenta a los ciento ochenta metros cuadrados. Además de las estancias privadas, la torre cuenta también con un estacionamiento, un vestíbulo común y unos jardines públicos en la zona sur.

Arthur Buchardt es el autor de este proyecto con el que se quiere crear un símbolo verde, impulsando la construcción de edificios altos utilizando recursos locales, proveedores locales y un material sostenible y renovable. Este innovador rascacielos ya ha recibido galardones como Norwegian Tech Award 2018 y The New York Design Awards 2018.

Aquí en Galicia contamos con el Centro de Innovación y Servicios Tecnológicos de la Madera de Galicia (CIS-Madeira) se encuentra situado en el Parque Tecnológico de Galicia (Tecnópole), en la provincia de Ourense. Se creó en el año 1996 y pertenece a la Consellería de Economía, Emprego e Industria de la Xunta de Galicia, enmarcándose dentro de la Agencia Gallega de la Industria Forestal (XERA). Teniendo en cuenta que casi un 50% de la madera producida en España, tiene su origen en nuestra comunidad, es una oportunidad de negocio y es una material que debemos introducir más en nuestros proyectos, por que nos va a ayudar en lo que debe ser nuestro objetivo, una construcción más sostenible.