José González

arquitecto_

En conversaciones con otros compañeros arquitectos, que debido a la situación que vivimos en Vigo, se han visto obligados a buscar trabajo fuera de nuestra comunidad, me comentaban que en la Comunidad de Madrid, en una población, donde les han encargado un proyecto, viven una situación con muchos paralelismos a la de Vigo, se trata de una población cuyo Plan General está en los tribunales, y ya ha tenido sentencias en contra del mismo, pero que aún no tiene sentencia de anulación por el Tribunal Supremo, y hasta aquí llega el paralelismo con nuestra ciudad, porque a diferencia de nuestro Ayuntamiento, el de esta población de la Comunidad de Madrid, ante la inminente anulación de su Plan, ya están trabajando en la redacción de un nuevo Plan, para que en cuanto se produzca dicha anulación, la parálisis económica que supone, dure el menor tiempo posible.

Ya sé que somos el sector maldito, los culpables de la crisis, seguro que muchos recuerdan cuando a los promotores, y a todos los profesionales relacionados con la construcción, llegábamos a la puerta de los bancos y nos  ponían la alfombra roja y como con el tiempo, pasaron a cerrarnos las puertas en las narices, como si no fuésemos uno de los sectores más importantes de la economía, no solo de nuestra ciudad, sino de toda España.

Y si esta reflexión en forma de artículo se titula “Más que el Ajo”, se debe a eso, parece que la historia está condenada a repetirse. Resulta paradójico que ahora que la situación económica parece remontar, ahora que los bancos nos vuelven a querer, nos encontramos que nuestra principal herramienta (el Plan General) para poder trabajar y crear riqueza, no funciona. Y me van a perdonar, pero opino que solo hay un responsable de esta situación. Sería interesante que la situación de mayoría absoluta del actual gobierno se tradujese en una mayor agilidad para poder volver a disfrutar de un nuevo Plan General. Por eso y creo que todos estaremos de acuerdo, es fundamental que los responsables políticos de nuestra ciudad, sean conscientes de la necesidad de tener un PGOU, por eso tendremos que repetirlo más que el ajo.

Pero como no se trata sólo de protestar sino también de proponer en este nuevo plan sería interesante que no repitiese determinados contenidos, que algunos llamarán errores, como analizar la regulación de la semicalle, que hace que terrenos clasificados como suelo urbano consolidados no pueden obtener licencia u otro como puede ser la regulación del uso comercial en zonas industriales, que restringe la implantación en Vigo de grandes operadores. Creo que en vez de denostar a dichas empresas podríamos crear una zona industrial de transición entre las zonas residenciales y el industrial pesado con la implantación de este tipo de operadores comerciales en suelo industrial a los que parece que queremos echar y se instalen en terreno de nuestros municipios vecinos para que los vigueses sean los que se trasladen allí a comprar, en lugar de ser nosotros el foco de atracción.