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Susana de la Riva

directora de comunicación y marketing_ tinsa_

 

Rehabilitación: un mercado necesariamente en auge

La rehabilitación es una de las grandes asignaturas pendientes en el sector inmobiliario en nuestro país. Aunque ha cobrado protagonismo en los últimos años y, dicho llanamente, ha logrado hacerse un hueco en la agenda, lo cierto es que queda mucho por hacer. La buena noticia es que, aunque sea casi por la fuerza, parece que es un camino por el que sí o sí transitaremos en los próximos años.

No hay más que ver que, en un momento tan incierto como el actual, la Comisión Europea ha confirmado que una parte del fondo europeo de recuperación para reactivar la Economía que está ahora en proceso de reparto irá destinada a la rehabilitación de edificios, principalmente en aspectos relativos a eficiencia energética. Un área donde la vivienda y la edificación en general tienen mucho que decir, ya que los edificios son responsables del 36 % de las emisiones de CO2 y del 40 % del consumo de energía.

Para conocer el nivel de actividad en este campo resulta útil la estadística de visados que publica periódicamente el Ministerio de Transportes. Según sus datos, en España se aprobaron en 2019 permisos para rehabilitar 28.500 viviendas. Una cifra que supone la quinta parte de todos los visados de actividad de nueva vivienda concedidos el año pasado. El otro 80 % fueron licencias de construcción de nueva planta, lo que comúnmente se denomina obra nueva.

Un vistazo retrospectivo nos indica que la rehabilitación es una actividad que gana protagonismo en épocas de crisis. Su peso relativo frente a las construcciones de nueva planta experimentó un crecimiento muy significativo en el periodo 2007-2014. Aunque lo cierto es que su éxito radica más en problemas ajenos que en méritos propios.

En 2013 la rehabilitación alcanzó su máxima cuota de los últimos 30 años, al suponer el 40 % de todos los visados de actividad de nuevas viviendas: se aprobaron 23.000 visados para rehabilitación, frente a 34.000 para construcción de obra nueva. Y, como contrapunto, en el año 2006, el punto álgido del boom inmobiliario, el papel de la rehabilitación fue más residual: sólo el 4 % del total de visados aprobados ese año fueron para actuaciones de reforma, frente al 96 % que supusieron los de construcción de nuevas viviendas.

Como se ve, la diferencias en el peso de la rehabilitación respecto a la obra nueva se explican principalmente por la contracción de los visados de obra nueva. Mientras la obra nueva descendía por encima del 50 % en 2009 y 2010, las licencias de rehabilitación se incrementaron un 10 % y el 2 % anuales. Los visados de obra pasaron de casi 900.000 en 2006 a apenas 34.300 en 2013. Por su parte, la rehabilitación se ha mantenido más estable dentro de una banda de entre 20.000 y 46.500 visados (este último dato se registró en 2001) en los últimos 25 años.

En este contexto, la pregunta es: ¿cómo de largo es el camino de la rehabilitación por recorrer? España tiene un parque de 25,7 millones de viviendas y, según el Consejo Superior de Colegios de Arquitectos, alrededor de 10 millones de viviendas necesitarían ser rehabilitadas.

Si tomamos los datos de visados de la última década, sería necesarias 34 décadas como esta última para acometer la rehabilitación de ese supuesto parque de 10 millones necesitado de actuación. El camino es largo y el avance lento: en el último ciclo expansivo, entre 2015 y 2019, los permisos de rehabilitación se incrementaron un 12 %, frente al 114 % que lo han hecho las viviendas de nueva construcción.

La expansión de la conciencia medioambiental y la disposición de fondos europeos enfocados a ese objetivo podrían suponer un revulsivo para la rehabilitación y un acortamiento de estos plazos. Un detalle para la esperanza: Europa comunicó a finales de septiembre que ve con buenos ojos el plan presentado por el Gobierno de España para impulsar las inversiones en renovación del parque.