DE VIAJE COMO VIAJEROS

Manuel Fernández Díaz

viajes margali_

 

Uganda, el África más salvaje

La República de Uganda es un país soberano situado en África oriental, cuya forma de gobierno es la de una república presidencialista, con un territorio compuesto por 111 distritos, y una extensión algo inferior a la mitad de España. Limita al norte con Sudán del Sur, al oeste con la República Democrática del Congo, al sur con el lago Victoria y con Tanzania, al este con Kenia, y al suroeste con Ruanda. El país cuenta con muy pocas infraestructuras de carreteras; de los más de treinta mil kilómetros de caminos/carreteras que posee, tan solo 2.900 están asfaltados, siendo todas los demás de tierra. Es muy montañosa, posee grandes bosques y tiene abundantes lagos, lo que lo convierte en un bellísimo país, aunque difícil de transitar.

Sus actividades económicas más destacables son la industria, en especial la de muebles, y la maquinaria, la explotación petrolífera, aparecida junto al Lago Alberto hace 10 años, pero sobre todo, la agricultura, así como la exportación de productos agrícolas como café, algodón, té y azúcar. A pesar de su gran atractivo, y de sus fascinantes Parques Naturales, la industria turística, apenas si cuenta en la economía del país.

En la parte negativa, probablemente una de las mayores lacras que pesa sobre Uganda, es la de tener el mayor índice del mundo de infectados por VIH, alcanzando el 9,2% de la población, tasa que se dispara al 47 % en cuanto a los trabajadores sexuales.

Kampala

Kampala es la capital, con una población cercana a los 2 millones de habitantes, siendo la mayor aglomeración urbana del país. Está situada al sur del país, a orillas del gran lago Victoria, y a una altura de 1.189 metros sobre el nivel del mar, disfrutando de un clima templado debido a su altitud, a pesar de su cercanía a la línea del Ecuador.

En sus zonas más populares, la ciudad crece desmesuradamente, convirtiéndose en la personificación del caos. Aquí surgen grandes y destartalados mercados populares donde los ugandeses buscan y encuentran de todo. Resulta llamativo que en Kampala apenas se ven cuervos o gaviotas, y en su lugar aparecen exóticas cigüeñas de marabú, una especie de error de la naturaleza, pues se trata de enormes cigüeñas, de pico quebradizo, que se alimentan solo de carroña en estado de descomposición, donde su pico puede acceder sin problema.

La alta concentración de personas y el caos del tráfico, ha dado lugar a la aparición de los, aquí conocidos, como Boda-Bodas, motoristas amateurs que facilitan el transporte rápido en medio de este caos. A día de hoy son el modo mas popular del transporte que da acceso a muchas áreas dentro y fuera de la ciudad.

Ziwa Rhino Santuary (Refugio de rinocerontes)

Al norte de Kampala, situado en el centro norte del país, se halla Ziwa Rhino Santuary, un proyecto de la U.W.A., la Autoridad de Uganda para la Vida Salvaje, creado en 2005, para reintroducir al rinoceronte blanco salvaje en su territorio. Distintos motivos, como la persistente guerra en el país, alguna plaga y los pertinaces furtivos pagados por países orientales en busca de su mitificado cuerno, lograron exterminar completamente a los rinocerontes de Uganda. Actualmente, a través de Ziwa, poco a poco los van recuperando. A día de hoy, este es el único lugar de Uganda donde podrás encontrarte con el gran rinoceronte blanco en libertad. Acompañados por un ranger oficial de parque, cualquiera que se acerque hasta aquí, podrá realizar safari a pie a lo largo y ancho de Ziwa.

En la actualidad, tras 12 fructíferos años de experiencia, aquí habitan 19 preciosos rinocerontes blancos, y un equipo de aproximadamente 78 guarda parques y guardias de seguridad que mantienen un reloj de 24 horas con los rinocerontes para garantizar su seguridad. El santuario de 70 kilómetros cuadrados, está rodeado por una cerca eléctrica de 2 metros para mantener a los rinocerontes dentro, y a los intrusos fuera. El santuario es el hogar de numerosas especies de aves, al menos 40 especies de mamíferos y reptiles, incluyendo monos, antílopes, hipopótamos, cocodrilos, y destacando algunos rebaños de Ankole-Watusi, una raza bovina oriunda de África, famosa por su enorme cornamenta, que los diferencia de otras razas de vacas africanas. Esta raza, muy próxima a la etnia tutsi, suele darse en diversos colores, y en Ruanda su cornamenta es considerada sagrada.

En un futuro muy cercano, se espera comenzar a reintroducir el rhino blanco, en alguno de los parques abiertos de Uganda

Cataratas Murchinson

Continuando hacia el norte en dirección hacia Sudán del Sur, alcanzaremos el Parque Nacional de Murchinson Falls, el más grande del país. El llamado Nilo Blanco, o Nilo Victoria, es el tramo del río Nilo que, desde el Lago Victoria, atraviesa 300 kilómetros del territorio de Uganda, hasta llegar al Lago Alberto, haciendo frontera con la República Democrática del Congo. Pero, en su último tramo, unos 20 kilómetros antes de llegar a este lago, deberá atravesar el tremendo escollo conocido como Kabalega o las Cataratas de Murchinson.

La mejor manera de contemplar este espectáculo único de la naturaleza, será remontar este tramo del río, navegando a bordo del pequeño barco bautizado intencionadamente como Reina de África. Durante algo más de una hora de navegación, atravesaremos la Reserva Nacional de Murchinson Falls, pudiendo contemplar en la orillas del Nilo: elefantes alimentándose en la orilla… enormes hipopótamos dentro y fuera del agua… o a los fieros búfalos que como niños jugarán en la rivera… La extraordinaria vida silvestre del Nilo puede hacer que los viajeros lleguen a olvidar momentáneamente la intención de admirar las cataratas… hasta que en un par de horas se encuentren ante ellas.

Una vez alcanzado el objetivo, el espectáculo que ofrece la doble cascada, te deja sin habla. El Nilo Victoria llega a este punto con un ancho de 49 metros, y debe estrecharse para pasar por una garganta de solo 6, por donde las aguas se precipitan desde una altura de 40 metros. Se dice que son “una de las más potentes trombas de agua en caída libre del mundo”. Las aguas caen con tanta violencia que uno siente temblar levemente el suelo bajo sus pies.

La historia del descubrimiento de estas cataratas, está rodeada de cierto halo romántico. En marzo de 1864, a bordo de dos canoas, y tras un viaje penoso de más de un año y medio, el explorador Samuel Baker, acompañado por la hermosa e intrépida joven húngara Florence von Sass, surcando el Nilo Victoria, llegaron a este punto donde el río se desploma, creando este fascinante e irrepetible espectáculo. Ellos fueron los primeros europeos en contemplar estos majestuosos paisajes que hoy atraen como un imán a intrépidos viajeros de todo el mundo.

Este hermoso paisaje del río Nilo despeñándose abruptamente 40 metros buscando el lago Alberto, ha servido como escenario a un buen número de películas de aventuras made in Hollywood allá por los años 50. En sus orillas, la hermosa Deborah Kerr se lavó su melena pelirroja en una secuencia cargada de sensualidad en Las Minas del rey Salomón. Y el director John Huston se empeñó en rodar aquí las famosas escenas de La Reina de África en las que Katharine Hepburn y Humphrey Bogart descubrían descendiendo por estos rápidos de vértigo, que la aventura y la pasión no estaban reñidas.

Kibale Forest National Park

Dejando atrás Murchinson Falls, la siguiente parada podría ser el Parque Nacional del Bosque de Kibale. Deberemos tomar rumbo sur oeste, y circular por preciosas, pero bastante incómodas carreteras de una tierra muy roja, que atraviesa el Valle Albertino del Rif, rumbo a Fort Portal, en el reino de Toro, a la sombra de la Cordillera del Rwenzori, las montañas más grandes de África. En el camino tendremos la oportunidad de vernos inmersos en la vida rural de este pueblo laborioso, con raíces y modos profundamente africanos, aunque con levísimos resquicios de una cultura inglesa, cuyo dominio apenas duró 68 años, entre 1894 y 1962. La carretera nos mostrará pequeños pueblos integrados en la actividad rural, y habitados por unas gentes de raza guapa, fuerte y poderosa. Quizás la mencionada influencia británica, apenas se nota en que los automóviles continúan circulando por la izquierda.

El Parque Nacional del Bosque de Kibale es un espacio protegido, creado para preservar los bosques húmedos, hogar de cientos de primates. Tiene una extensión de 776 kilómetros cuadrados, a una altitud entre 1.100 y 1.600 metros. Fue creado en 1932 y establecido formalmente en 1993. Casi el 80% del Parque está cubierto por bosque, y el 20% restante consiste en pastizales, pantanos y algunas plantaciones de coníferas. Está dividido en 9 zonas absolutamente abiertas entre sí. En su zona 2 es donde habitualmente viven cerca de 200 chimpancés gigantes habituados a la presencia humana, lo que le convierten en una reserva única en el mundo. El Kibale Forest N P forma un bosque continuo con el Parque Nacional Queen Elizabeth, siendo un importante destino de turismo ecológico y para safaris, popular por su población de chimpancés habituados a la presencia humana, y otras 12 especies de primates más.

Una vez que penetras en el denso bosque, te verás absorbido por él, y tu único objetivo será conectar con los chimpancés y poder observarles. Por su estructura física y genética, el chimpancé, está considerado el animal más estrechamente emparentado con el ser humano. Vive en comunidades de quince a cien individuos de ambos sexos, muy laxas y flexibles, y con un área territorial común.

La vida sexual de los machos es realmente destacable. Junto al gran tamaño de sus testículos, la evolución ha favorecido en el chimpancé una actividad sexual desenfrenada que prácticamente convierte su vida en una orgía casi perpetua. Mucho más activos sexualmente que los seres humanos, los machos copulan una vez por hora como media durante todos los días de su vida y tienen una gran capacidad de recuperación.

Las hembras chimpancé, fuera de su corto periodo de celo, pasan la mayor parte del tiempo con sus hijos. Durante el largo tiempo que dedique a su cría, tendrá que armarse de paciencia; deberá darle de mamar con frecuencia y llevarla consigo a todas partes, acunándola hasta los tres meses cada vez que quiera descansar. Hasta los seis meses, la cría viajara agarrada al vientre de su madre, y hasta los cinco años cogida a su espalda. Deberá enseñarle poco a poco a buscar su comida mientras juega, hasta que, a los cinco años, tenga lugar su definitivo destete. Pero continuará mimándole o reprendiéndole cariñosamente de vez en cuando, o incluso repudiando, si fuese necesario, por sus indeseados avances sexuales. Todo esto hasta su formación definitiva, hacia los trece años de edad.

Canal Kazinga (Queen Elizabeth N P)

Continuando camino hacia el sur, paralelo a la Republica del Congo, en una hora habremos alcanzado el Parque Nacional de Queen Elizabeth, preciosa reserva natural salvaje, plena de olores, sonidos y estética muy africana.

Pero lo que convierte en única esta reserva es su conocido Canal Kazinga. Se trata de un canal natural de 32 kilómetros de longitud, que comunica el lago George con el enorme lago Edward, dos de los Grandes Lagos del Valle del Rift. Resulta casi indescriptible la tremenda cantidad de vida salvaje que se reúne en ambas orillas a lo largo de todo el recorrido. Nos hallaremos en un auténtico paraíso para observar aves acuáticas de lo más diversas: marabú, espátula africana, cigüeña pico amarillo, ibis sagrado, garza Goliat, garza blanca o gris, garcillas comunes, etc, etc. Pero además, en las dos horas de recorrido, podremos observar de cerca y de frente, grandes manadas de: búfalos, elefantes, hipopótamos, antílopes, cocodrilos, y varios tipos de monos.

A partir de aquí el viaje deberá continuar hasta el extremo suroccidental del país, para encontrar el último hogar de los tan amenazados gorilas de montaña que habitan en la Selva Impenetrable de Bwindi.

Bwindi Forest Impenetrable National Park

El Parque Nacional de la Selva Impenetrable de Bwindi fue creado en 1991, y se sitúa en el extremo suroeste de Uganda, a lo largo de la frontera con la República Democrática del Congo, justo frente a su Parque Nacional Virunga. Ocupa más de 32.092 hectáreas de selva de montaña, y sólo es accesible a pie. Fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1994.

Se trata de uno de los ecosistemas más ricos de África, donde habitan unas 120 especies de mamíferos, 346 de aves, 202 de mariposas, 163 de árboles, 100 de helechos, 27 de anfibios y reptiles, muchas de ellas, especies amenazadas. Pero lo que lo convierte en auténticamente exclusivo es que, actualmente en estas montañas boscosas habitan trescientos gorilas de montaña, la mitad de la población mundial de esta especie en peligro de extinción.

El seguimiento que diariamente se hace por parte de la Uganda Wild Authority (el ministerio para la vida salvaje de Uganda), de la vida de los gorilas, es realmente exhaustivo. Cada mañana, los 365 días del año, un equipo de ojeadores de la UWA sube la montaña hasta localizarlos, acercarse a ellos, y hacerles ver que somos una especie amiga, y que no suponemos ningún riesgo para ellos. A este enorme grupo de gorilas de montaña habituados a la presencia humana, les han dividido en tres familias, conocidas como Mubare, Katendegyere y Rushegura.

Si usted decide vivir la increíble experiencia de visitar a los gorilas en Bwindi, a primera hora de la mañana, en un grupo de máximo 8 viajeros, y acompañados por un ranger del parque, y un militar armado con fusil, iniciaran la subida a la selva boscosa que se extiende sobre las montañas de Bwindi, hasta localizar a la familia que le haya sido asignada. También les acompañarán los necesarios porteadores, que llevarán su comida, bebida, y quizás pesados equipos de fotografía. Dependiendo de la actividad que ese día desarrollen los gorilas, su caminata durará entre 1 y 4 horas.

Cada familia esta dirigida por un macho alfa conocido como Espalda Plateada. Se trata de un gorila macho adulto, usualmente mayor de 12 años, y llamado así por la distintiva mancha de pelo plateado que tiene en la espalda. Tiene caninos largos que nacen durante la madurez. Son fuertes y dominantes, dirigen grupos de 5 a 30 individuos, y son su centro de atención; toman todas las decisiones, median en conflictos, deciden los movimientos del grupo, y muestran donde alimentarse o dormir. Si es desafiado por un macho más joven o un forastero, el «espalda plateada» gritará, se golpeará el pecho, romperá ramas, enseñará los dientes y entonces cargará de frente. Solo algunas veces, un macho joven puede relevar a otro adulto en el mando. Si muriese por enfermedad o accidente, el grupo se dividirá y buscaran nuevo líder.

Los gorilas son los más grandes de los primates vivos que habitan los bosques de África central, y son herbívoros. Su ADN es un 97-98 % igual al humano, siendo el más cercano a este después del chimpancé. Generalmente se desplazan a cuatro patas, siendo sus extremidades anteriores más alargadas que las posteriores y se asemejan a brazos, y son utilizadas como punto de apoyo al caminar. Los machos miden entre 1,65 y 1,75 m de altura, y pesan entre 140 y 200 kg. Las hembras pesan aproximadamente la mitad. Todos ellos comparten el mismo tipo de sangre (tipo B) y, como los humanos, cada gorila tiene huellas dactilares únicas que lo identifican.

En las hembras, la gestación dura 8 meses y medio y normalmente pasan 3 ó 4 años entre un parto y otro. Las crías viven con sus madres 3 ó 4 años, ocupándose de todo lo que a su hijo se refiere. Además, lo portan a su espalda en sus desplazamientos. Las hembras maduran cuando tienen entre 10 y 12 años, y los machos entre los 11 y los 13. Como en el caso de los humanos, generalmente ellas son más precoces. La esperanza de vida es sin embargo corta, alcanzando solo entre 30 a 50 años. Un macho joven comienza lentamente a abandonar su grupo cuando cumple los 11 años. Mientras que las crías de gorila permanecen con su madre durante 3 ó 4 años, los «espalda plateada» cuidan de los huérfanos, aunque nunca hasta el extremo de cargarlos.

Las leyes en Uganda, solo permiten permanecer entre los gorilas, un máximo de 60 minutos, aconsejando que en todo momento mostremos sumisión. Tras más de 20 años recorriendo las más diversas selvas del mundo, les puedo asegurar que la sensación que uno tiene cuando te hallas frente a uno de estos tremendos primates, es realmente inenarrable.