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DE VIAJE COMO VIAJEROS

Manuel Fernández Díaz

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Bhutan, a los pies del Himalaya

El reino de Bután es un país sin salida al mar, ubicado en el sur de Asia, y situado en el Himalaya oriental. Se trata de la segunda nación menos poblada de Asia, después de las Maldivas, contando con algo menos de 800.000 habitantes.

Hasta 1960, Bután no tenía ni carreteras ni moneda y permanecía cerrado al exterior. De hecho, solo permite la entrada de turistas y periodistas desde 1974, y, para evitar una invasión mochilera como la que sufre el vecino Nepal, hay que pagar 200 dólares al día. Un visado prohibitivo que limita las visitas a solo 20.000 extranjeros cada año en Bután, donde la televisión llegó en 1999, e internet un año después. Aquí la riqueza se mide no por su crecimiento económico, sino por su índice de Felicidad Nacional Bruta.

La independencia de Bután ha perdurado durante siglos, y su territorio jamás ha sido colonizado a lo largo de su historia, lo que le ha permitido alcanzar una identidad nacional distinta, basada en el budismo. Se sitúa sobre la antigua Ruta de la Seda entre el Tíbet, el subcontinente indio y el sudeste de Asia. Hasta no hace mucho tiempo, su territorio estaba compuesto por muchos feudos, gobernados como una teocracia budista. La dirección espiritual del país estaba, y sigue estando, en manos de un líder espiritual conocido como el Zhabdrung Rinpoche.

Actualmente, al tiempo que se aferra a sus tradiciones, este diminuto reino ha emprendido una progresiva modernización y democratización desde que su anterior soberano abdicara a favor de su hijo, el Rey Dragón Jigme Khesar Namgyal Wangchuck, quien fue coronado en 2008 con 36 años. Educado en Oxford, el joven goza del cariño popular por continuar la senda de las reformas constitucionales y en 2011 deslumbró al mundo al casarse con la bellísima plebeya Jetsun Pema, hija de un piloto de líneas aéreas, en una colorista boda propia de un cuento de hadas.

El paisaje de Bután abarca llanuras subtropicales en el sur, y tremendas montañas del Himalaya al norte, donde algunos picos superan los 7.000 metros: la montaña Gangkhar Puensum, la más alta de Bután, es también la montaña más alta del mundo sin escalar.

Paradójicamente, en el sur de Asia, Bután ocupa el primer lugar en libertad, económica, facilidad para hacer negocios y paz; ocupa el segundo puesto en ingreso per cápita; y hasta 2016, era el país menos corrupto. Pero, a pesar de todo esto, continúa siendo el país menos adelantado de su entorno.

Bután cuenta con un único aeropuerto internacional, ubicado en la pequeña ciudad de Paro, situada en el fondo de un profundo valle entre altas montañas, cerca de la frontera oriental con India. La mejor manera de llegar hasta aquí será volando desde Delhi o Kathmandú, abordo de un Boeing 737 de la Royal Bután Airways, única compañía aérea a la que se permite aterrizar en el pequeño y complicado aeropuerto de Paro.

Paro y su valle

Paro la tercera ciudad de Bhutan, a pesar de lo cual, cuenta solo con unos 21.000 habitantes, que se distribuyen sobre un precioso valle verde, regado por el río Paro Chuu. A ambas orillas encontramos cuatro calles principales, formando una perfecta cuadricula, de casas decoradas de forma tradicional, con ventanas y puertas bellamente enmarcadas en madera policromada, y conteniendo en sus bajos, preciosas tiendas de artesanía local. El resto de la población se va diluyendo en bonitas casas de campo, distribuidas por el valle, cada una de ellas con su pequeño campo de arroz del que consiguen dos cosechas al año.

La ciudad tienes sus orígenes en el siglo X, cuando fue construido un monasterio a orillas del río Paro Chhu. Pero no fue hasta 1646 cuando Shabdrung Ngawang Namgyal construyó un monasterio de cinco pisos, que durante siglos fue una defensa eficaz contra los numerosos intentos de invasión por los tibetanos.

Bután tiene 20 regiones, y en cada una existe un Dzong, mezcla de fortaleza, monasterio y templo, que durante siglos se utilizaron para defenderse de los continuos ataques tibetanos que intentaban invadirlos. Este Dzong de Paro del que estamos hablando, fue construido en el siglo XV, y remodelado en el XVII, siendo uno de los más famosos de Bután, así como la principal joya arquitectónica de esta pintoresca ciudad. En 1993 Bernardo Bertolucci grabó aquí parte de su película El Pequeño Buda, protagonizada por Keanu Reeves. Este famoso dzong que dio base al nacimiento de la ciudad, recibe el nombre Rinpung, que significa “montón de joyas”.

El Rinpung Dzong, como es conocido, es un gran dzong, monasterio budista y fortaleza en el distrito de Paro. Actualmente alberga el cuerpo monástico del distrito y las oficinas administrativas del gobierno regional, y está catalogado como un sitio tentativo para acceder a Monumento de la Humanidad de la UNESCO. Los orígenes de este Dzong se remontan al siglo XV, a la época del Lama Drung Drung Gya. Pero, como ya dijimos, será en 1644 cuando los Zhabdrung sentaron las bases del nuevo dzong, que en 1646 fue reconsagrado y establecido como el centro administrativo y monástico de la región occidental, y se hizo conocido como "Rinpung Dzong".

Al caer la tarde, parece absolutamente recomendable pasear a lo largo de la calle principal, un complejo de arquitectura tradicional butanesa con edificios ricamente decorados que albergan instituciones, restaurantes y pequeños comercios de calidad, que lo convierten en una especie de centro comercial abierto, con bonitas e interesantes tiendas de artesanía. Nos cruzaremos con los habitantes de la ciudad, tímidos pero sonrientes, y nos sorprenderá su indumentaria, ellas con trajes tradicionales y ellos llevando faldas con medias por debajo de la rodilla.

Pero si algo da un valor irreemplazable al valle de Paro, y a todo Bután, es el Taktshang, o Monasterio del Nido del Tigre, un viejo monasterio literalmente colgado de un risco del Himalaya, a 3.090 metros de altitud, que supone el centro religioso más buscado del país. Para alcanzarlo es preciso madrugar, y recorrer desde Paro pequeñas carreteritas de montaña, cruzando ríos y trepando por las laderas, que nos acercarán al punto base donde comienza la larga y dura caminata que acaba llevándote hasta el Nido del Tigre. Esta caminata, entre subir y bajar suele durar 5 horas. El primer tercio del camino puede realizarse a lomos de pequeños caballos que pueden ser alquilados en el punto base, y que por estrechos senderos bordeando precipicios, te ayudan a subir el primer tercio del camino. A partir de este punto, los obstáculos en la ruta hacen inviable el tránsito de caballos, y es preciso continuar a pie.

A medida que la distancia con el Takchang disminuye, el camino aparece cubierto por numerosas banderas de oración, que continuamente nos recordarán que estábamos en territorio profundamente budista. El paisaje iba mudando a medida que avanzábamos en el camino. Ahora nos envolvía un poblado y denso bosque húmedo, donde los arboles parecían haberse puesto gruesos abrigos de líquenes y musgos para protegerse del frio. Las banderas de oración son una de las imágenes más representativas de países como Tibet, Nepal y, por supuesto Buthán; una presencia constante que, desde lo más alto de las pagodas, los tejados, los árboles, y cuanto camino conduce a lugar santo, parecen estar celebrando una fiesta sin final. Es difícil no sonreír ante la imagen de cientos de banderines de colores moviéndose al compás del viento. Su mera visión anima, y aún sin comprender su profunda espiritualidad, son capaces de transmitir buenas vibraciones que de alguna manera nos hacen percibir el mundo con mayor positividad y mucho más colorido.

En el último tercio del camino se encuentra un bello templete, prácticamente colgado de las rocas; en 1926 en una cueva aquí existente, vino al mundo el actual Je Khempo, el lama de mayor jerarquía religiosa en Bután. Por este motivo, en su honor, aquí se levantó este pequeño templo. El nombre del actual Je Khempo de Bután es Trulku Jigme Chhoeda, que asumió el liderazgo religioso en el 2007, y es considerado la encarnación del Buda Maitreya.

En unos minutos, ante nosotros aparecerá entre ramas, y quizás filtrado por la niebla, el Takchang, conocido como el templo del Nido del Tigre.

Según cuenta la leyenda de este Taktshang, (que en lengua tibetana significa literalmente "guarida de tigre") el Gurú Ripoche, voló desde el Tíbet hasta este lugar a lomos de una tigresa, lo que provocó que este lugar se consagrara al amansamiento del demonio tigre. El Gurú Ripoche, o Maestro Precioso, en el siglo VIII, fue el introductor del budismo en Buthán, y es la deidad tutelar del país. El Monasterio Taktshang, en su interior incluye siete templos, y se ubica en un acantilado a 3120 msnm, y a 700 metros desde el fondo del valle. Este monasterio, actualmente habitado por monjes, es un importantísimo lugar sagrado para el budismo himalayo. Comenzó a construirse en 1692, cerca de la cueva donde se cree que meditó el Gurú Ripoche durante tres años, tres meses, tres semanas, tres días y tres horas en el siglo VIII.

Quizás la mejor vista del monasterio, esa que aparece en todas las postales promocionales de Bután, la obtendremos desde una terraza situada sobre un risco, a escasos 100 metros en línea recta, pero atravesando una tremenda sima de 700 metros de profundidad. Finalmente, para alcanzar el objetivo, solo faltará bajar las 700 escaleras hasta un puentecito que atraviesa el precipicio, y subir las últimas 300 escaleras que te conducen a la entrada. Actualmente el monasterio está habitado por 25 monjes y una monja, y consta de siete pequeños templos con bastante interés. Pero lo realmente extraordinario, lo que enamora a todo el mundo que llega a conocerlo, es la belleza exterior de este Tackthan, y su casi irreal ubicación, colgado literalmente de la pared de la montaña. Tras la visita deberemos reandar lo andado, bajar las 300 y subir las 700 escaleras, y con tranquilidad y cuesta abajo, regresar al punto base.

El paisaje y la orografía de Bután, no son difíciles de describir. Si lo viésemos desde el cielo, como lo pueden ver los pájaros, Bután de este a oeste, aparece atravesado por tres enormes filas de montañas, y en el medio de ellas, profundos valles surcados por innumerables ríos, todos ellos formando parte de la cuenca del río Brahmaputra. Y todo teñido de verde. En el viaje que les estamos proponiendo, se estarán cruzando con los ríos Paro Chhu y Thimphu Chhu, que riegan y abastecen a las regiones formadas al abrigo de las ciudades a las que prestan sus nombres.

Thimphu

Thimphu es la capital, la mayor y única ciudad del Reino de Bután, que en la actualidad cuenta con unos 99.000 habitantes. Se haya a solo 55 kilómetros de Paro, recorriendo una bellísima, aunque muy enrevesada carretera, que obligará a invertir casi dos horas de coche.

Está situado en la parte central occidental del país, dominando un extenso y precioso valle, dominado desde antiguo por el Dzong de Thimphu. Desde 1961 fue declarada como la capital del Reino de Bután por Su Majestad el 3er Druk Gyalpo (rey) Jigme Dorji Wangchuck, sustituyendo a Punaka como capital. Se extiende lateralmente en dirección norte-sur en la orilla oeste del valle formado por el río Raidāk, o Thimphu Chuu en Bután. Es la cuarta capital más alta del mundo, a 2.648 metros sobre el nivel del mar.

Thimphu, como centro político y económico de Bután, tiene una base agrícola y ganadera dominante, que contribuye al 45% del PNB del país. El turismo, aunque contribuye a la economía, está estrictamente regulado, manteniendo un equilibrio entre lo tradicional, el desarrollo y la modernización. Thimphu contiene la mayoría de los edificios políticos importantes en Bután, incluida la Asamblea Nacional de la recién formada democracia parlamentaria y el Palacio Dechencholing, la residencia oficial del Rey, ubicada al norte de la ciudad. Como metrópolis y ciudad capital, está coordinado por el "Thimphu Structure Plan", un plan de desarrollo urbano que se desarrolló en 1998 con el objetivo de proteger la frágil ecología del valle. Este desarrollo está en curso con la asistencia financiera del Banco Mundial y el Banco Asiático de Desarrollo.

El edificio principal de Thimphu es el Dzong Tashichoe, un monasterio y fortificación budista en el extremo norte de la ciudad, sede tradicional de la Dharma Raja. El dzong original (Dho-Ngyen Dzong, o Piedra Azul Dzong) se construyó en 1216. En 1641 resultó demasiado pequeño y se construyó otro, que unido al original ocupa su extensión actual. Desde 1952 ha sido la sede de gobierno de Buthán, y actualmente alberga la sala del trono y las oficinas del rey, la Secretaría y los ministerios del Interior y de Economía. Otros departamentos gubernamentales están alojados en edificios cercanos. Fue construido por el primer Dharma Raja, quien también fundó la secta Drukpa Lho del budismo, que se ha mantenido la secta distintiva de Buthán. La estructura principal, de dos pisos, es blanca, con torres de tres pisos en cada una de las cuatro esquinas, rematadas por techos de oro a tres niveles. También presenta una gran torre central o utse.

Otro edifico remarcable en Thimphu es el Memorial Chorten, erigido en 1974, según la tradición Nyingma del budismo tibetano, en memoria de Jigme Dorji Wangchuck, 3er Druk Gyalpo, o tercer rey, que había muerto en 1972. Dada su ubicación sobre una elevada colina, es popularmente conocido como "el monumento religioso más visible de Bután, y su estupa se diferencia de otras, por no consagrar restos humanos. Colocada en lo más alto, y visible desde muchos kilómetros a la redonda, la estatua de Buda Dordenma es una estatua del Buda Shakyamuni, con una altura de 51,5 metros, que la convierten en una de las estatuas de Buda más grandes del mundo. Está hecha de bronce y recubierta en oro, y comenzó a construirse en 2006, en el 60 aniversario del cuarto rey Jigme Singye Wangchuck

Gran relevancia e interés tiene el Mercado General de Thimpu. En la zona de los granos, el arroz es sin duda la máxima estrella, pues en Bután es la base de la alimentación. Entre las distintas clases, destaca el Arroz Rojo, o Arroz de Bután, un arroz con capa de salvado rojo que contiene el 95% de los minerales y fibra dietética de todo el arroz. Además, contiene hierro, zinc sodio, potasio, manganeso y así sucesivamente.

La zona de verduras y vegetales también aparece muy nutrida de viandas, y con gran demanda de la gente local. No debemos olvidar que estamos en un país con el 75% de la población practicando activamente la religión budista tántrica, lo que prácticamente lleva implícito ser vegetariano. Dadas sus creencias en la reencarnación, para ellos, al matar a un ser vivo para ser comido, implica el riesgo de matar a algún pariente que haya reencarnado en ese animal. En esta sección el producto estrella es el chile, o guindilla picante, y también el pimentón, picante o dulce. A lo largo del viaje por Bután, muchas veces se podrán ver miles de estos pimientos delgaditos, largos y muy rojos, secando al sol sobre los tejados, hasta que alcanzan el grado óptimo de maduración.

Camino hacia Punakha

El viaje por Bután podría continuar hacia Punakha, la anterior capital del Reino. Tocará nuevamente serpentear carreteritas que, trepando o vadeando montañas, nos llevarán hasta allí. Serán solamente 70 kms, pero atravesando el importante puerto de Dochula a 3.050 metros de altitud.

El Paso de Dochula es un paso de montaña en el Himalaya donde existen 108 chortens (o estupas) conmemorativas, conocidas como "Druk Wangyal Chortens" construidas por la Ashi Dorji, la madre de la reina. A este lugar llega gran cantidad de turismo local, y muchos peregrinos. La mayoría de los viajeros extranjeros que llegan hasta aquí, lo hacen con la esperanza de poder ver ante sí la fantástica imagen de las montañas del Himalaya nevadas. La realidad es que solo un 15% de los días está despejado, y los restantes 85%, la tremenda niebla ciega la visión. En previsión de esa niebla, aquí han situado un enorme grabado que muestra las montañas que se podrían estar contemplando, sus nombres y sus alturas, entre los 6.500 hasta los 7.600 metros.

El camino hacia Punakha continúa atravesando el Real Parque Botánico Lampelri, que forma parte del Parque Nacional de Jigme Dorji, y se extiende sobre una vasta extensión de más de 70 kms hacia el norte, en la que podríamos encontrar gran diversidad de flora y fauna, incluso osos y el temible tigre de Bengala.

También se atravesará un lago sagrado llamado Lago Baritsho, que para la población local tiene un gran significado religioso.

Punakha

Punakha es una pequeña población de Bután. Su importancia radica en que su dzong, fortaleza monástica que data del siglo XVII, fue la capital del país hasta 1955, fecha en la que fue trasladada a Thimphu. Se ubica a 1.200 metros sobre el nivel del mar, y la principal actividad económica del valle es la agricultura del arroz, en las riberas de los dos ríos Pho Chu y Mo Chu. El camino hacia la fortaleza, el Dzong de Punakha, trascurre en el fondo del valle, por una carreterita paralela al río Pho Chu (el río Padre), hasta su confluencia con su afluente el Mo Chu (el río Madre). A 500 metros del punto en que confluyen formando el nuevo río llamado ahora Puna Tsang chu, se halla el Dzong.

El Punakha Dzong, "el palacio de la gran felicidad”, actualmente es el centro administrativo del distrito de Punakha. Fue construido por el muy venerado 1er Zhabdrung Rinpoche en 1637, y es el segundo dzong de Buthán, y una de sus estructuras más majestuosas. Alberga las reliquias sagradas del linaje Drukpa de la escuela del budismo tibetano, incluyendo el Rangjung Kasarpani y los restos sagrados del 1er Zhabdrung Rinpoche. Fue en este Dzong donde, el 13 de octubre de 2011 se celebró bajo el rito budista, la ceremonia nupcial entre el actual rey Jigme Khesar Namgyel Wangchuck, y su esposa Jetsun Pema.

Tras visitar Punakka, en el camino de regreso a Paro, se pueden realizar dos interesantes visitas: La primera, a mitad de camino, sobre las montañas, el Instituto Budista de Nalanda, una escuela Monasterio Budista, fundada en 1757 por el 9º Je Khenpo, Shakya Rinchen. En la actualidad, aquí viven 6 profesores y 125 estudiantes monjes con una edad entre 8 y 28 años. En dzongkha (el idioma de Bután) la palabra Nalanda significa “entrega insaciable”.

La segunda, visita, ya a poca distancia de Paro, será a Zentoja es un lugar de enseñanza tántrica, absolutamente imprescindible en el budismo de Bután. El tantra se relaciona mayormente con una terapia sexual o una manera de mejorar tu sexualidad, lo que muchas veces confunde a los occidentales, ante el miedo de tener que exponerse íntimamente sin estar preparados o ser apoyados correctamente. Este es uno de los centros en Bután donde te ayudan a adentrarte en las enseñanzas tántricas, y a aprender a disfrutar y a relacionarte adecuadamente con tu sexualidad.