Editorial

De nuevo un año record para el sector inmobiliario español, y ya van unos cuantos desde que, poco a poco, vamos dejando atrás las sombras de la crisis.

 El comportamiento del sector inmobiliario ha sido muy positivo en 2017. A nivel residencial, la cifra de compraventas de vivienda superará ligeramente las 500.000 unidades por primera vez desde 2008, presentando un crecimiento del 9,4% interanual. Los visados de obra nueva alcanzarán las 80.000 viviendas visadas, presentando un crecimiento del 25% interanual, mientras que los precios presentan un avance moderado del entorno del 4%-5%.

A pesar de la incertidumbre política de los últimos meses, el mercado inmobiliario español ha mantenido la confianza de los inversores en este sector, dando lugar a una favorable evolución de la economía, mejora del empleo y al acceso menos restringido al crédito bancario.

Las perspectivas son buenas para 2018, en línea con el crecimiento experimentado en 2017.

No obstante, hay muchas cosas que mejorar, como puede ser el agilizar y simplificar la gestión urbanística, donde poco se ha actuado en los últimos años. Otro punto a mejorar serían los continuos cambios en política municipal (moratorias, cambios urbanísticos…), que desincentivan la inversión. También determinadas normativas autonómicas que hacen menos eficiente la gestión inmobiliaria. Creo que existe un amplio margen de mejora en este ámbito, y que un país  que necesita poder vender vivienda a precios económicos debería trabajar en disminuir el riesgo y las ineficiencias en el proceso de gestión inmobiliaria, que está vinculado a la propia regulación y proceso de autorización de determinados trámites. 

Quisiera también destacar el papel que han jugado las empresas promotoras en la recuperación del sector inmobiliario. Una apuesta clara por la profesionalización y por unas reglas del juego más transparentes y éticas,  que mucho han tenido que ver en la generación de confianza en nuestro mercado y en las empresas que en él operan. Muchas de las empresas promotoras de hoy, poco se parecen a las de hace 10 o 15 años. Han reorientado su trabajo, sus estructuras, se han desprendido de viejas ataduras y apuestan por la modernización, la profesionalización, las tecnologías, etc.  intentando abrir nuevos horizontes y nuevos mercados.

No es ya momento para estar parados, ha sido un largo y duro período de crisis, pero no hay mal que dure 100 años.

Por último quiero destacar, como ya he hecho en varias ocasiones, la relevancia de tener una organización como APROIN que canaliza la interlocución del sector de la promoción, como "desarrolladores" finales de la ordenación urbanística.

Es muy importante que estemos unidos y que seamos cada vez más, tanto asociados como socios colaboradores, a estos últimos dedicándole un esfuerzo especial para "aportarles valor", muy fundamentado en el flujo de información de la evolución de nuestras promociones, para facilitarle su labor comercial dándoles prioridad en las compras de nuestras empresas.

En nombre de la junta directiva de APROIN y  en el mío propio, FELIZ NAVIDAD a todas las empresas que formáis parte de esta asociación, a nuestros colaboradores y anunciantes y a todos nuestros lectores.